Está de moda poner en tela de juicio la cortesía.
Aprovechando ciertas actitudes, se quieren hacer muchas generalizaciones que
son inexactas, por no decir que equivocadas y tergiversadas
Redacción Protocolo y Etiqueta
Los gestos de cortesía no son machistas, aunque cada
persona puede interpretarlos desde distintos puntos de vista
No debemos confundir los gestos de cortesía con el comportamiento
machista. En nuestra
sociedad actual, el machismo y la cortesía son dos conceptos muy diferentes que
a menudo se confunden.
Sabemos que el
machismo es un problema que sigue presente en nuestra sociedad, aunque
ha disminuido en gran medida en los últimos años gracias a la lucha por la
igualdad de género. Sin embargo, todavía podemos encontrar evidencias de
machismo en muchos aspectos de la vida cotidiana, desde el lenguaje que usamos
hasta las actitudes que adoptamos hacia las mujeres. Pero en este caso vamos a
hablar de los gestos de cortesía. ¿Son
machistas los gestos de cortesía?
El machismo y la cortesía son
dos cosas muy diferentes. El machismo es una forma de discriminación hacia las
mujeres, que se basa en la creencia de que los hombres son superiores y que las
mujeres son inferiores. La cortesía es una forma de tratar a todas las personas
con respeto y consideración.
El término machismo
alude a la convicción sobre la supuesta superioridad del hombre con respecto a
la mujer. Esto puede manifestarse en actitudes y acciones abusivas,
prepotentes y discriminatorias hacia el género femenino. Por otro lado, la cortesía se refiere a las formas y
expresiones de consideración y respeto hacia los individuos, sin
importar su género.
El problema de la confusión entre cortesía y machismo surge cuando algunos gestos de cortesía son utilizados de forma machista o sexista, lo cual puede resultar ofensivo o discriminatorio para algunas mujeres. Por ejemplo, si un hombre insiste en ayudar a una mujer con una tarea simplemente porque considera que ella es menos capaz debido a su condición de mujer, esto puede ser percibido como un acto de machismo en lugar de como un gesto de cortesía.
Un problema añadido es la susceptibilidad. Lo que una persona considera que es machismo, otra no. Entre las propias mujeres se dan este tipo de situaciones e interpretaciones diferentes. No hay una forma exacta de valorar todos los gestos, sobre todo cuando se sacan de contexto. El exceso de susceptibilidad es un problema porque puede llevarnos a ofendernos o interpretar determinados gestos de forma equivocada.
Vamos a ver algunos ejemplos de comportamientos de cortesía que pueden
ser considerados machistas por las mujeres:
- Abrir una puerta a una
mujer. Si alguien lo considera que se hace porque es "demasiado
débil" para hacerlo ella misma, entonces se puede considerar machista.
Pero no es habitual hacer esta interpretación.
- Insistir en pagar la
cuenta solo porque es un hombre, en lugar de compartir los gastos
a partes iguales. Puede ser interpretado como un gesto machista si se entiende
como una dependencia económica que la mujer tiene del hombre. Incluso, que no
tiene suficiente capacidad económica para hacer ese gasto.
- Dejar
a la mujer las tareas domésticas como cocinar, limpiar, lavar la
ropa, cuidar los niños, etc. sin considerar un reparto equitativo de estas
tareas.
- Usar ciertos calificativos como
"princesa", "bombón", "muñequita", etc., como una
forma de halago. Puede ser percibido como demasiado personal o invasivo.
- Hacer comentarios o cumplidos sobre la apariencia
física de una mujer, en lugar de centrarse en sus habilidades y
conocimientos.
- Dirigirse a una mujer de manera
condescendiente o infantilizante, como si fuera menos capaz o menos
inteligente debido a su género.
- No tomar en cuenta las
opiniones de una mujer en una discusión o debate, o interrumpirla
constantemente para aclarar o apostillar lo que está diciendo.
En
resumen, la diferencia entre machismo y cortesía radica en la actitud
subyacente que hay detrás de los gestos y acciones que realizamos. Si
un gesto o acción es realizado con la intención de demostrar superioridad o
dominio sobre alguien, entonces es machista. En cambio, si es realizado con la
intención de mostrar respeto, consideración y apoyo hacia otra persona,
entonces es una muestra de cortesía.
En cuanto a
la comunicación, es fundamental recordar que el lenguaje que utilizamos
puede ser un reflejo de nuestro pensamiento. Por este motivo, es necesario
utilizar un lenguaje inclusivo y respetuoso hacia todas las personas, sin
importar su género. La cortesía solo busca fomentar las relaciones positivas y
respetuosas entre las personas.
Ser un caballero a pesar de lo que digan
Concluimos con la anécdota que ya hemos
reflejado en otro artículo de nuestro portal.
El hombre que cede el paso a una mujer cuando van a entrar a un
edificio. Ella, visiblemente molesta, le dice al hombre:
- ¿No me dejará usted pasar porque soy una mujer?
- A lo que el hombre responde: No, señora. La dejo pasar porque yo soy
un caballero.
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