La persona que tiene este síndrome del impostor, cuando consigue un
éxito laboral tiene la sensación de que está engañando a los demás
Defraudar a la gente aparentando ser
otra persona distinta
No valorar lo que hacemos ni lo que valemos
El síndrome del impostor podemos
definirlo como la sensación de que no eres lo suficientemente bueno, de que no
estás a la altura y que en algún momento alguien va a descubrir tus debilidades
y te va a dejar en evidencia.
Este tipo de personas creen que los éxitos profesionales son
fruto de las circunstancias y de la buena suerte, pero no lo son de su
propia valía, de su capacidad.
Este síndrome se empezó a estudiar en 1978 por dos
psicólogas americana, Pauline Clance y Suzanne Imes, Definieron el síndrome del
impostor como un sentimiento profundo de deshonestidad hacia las propias
competencias, como si tú, te estuvieses engañando. Lo solían sufrir las mujeres
de mayor éxito en el mundo de la empresa.
El éxito laboral y el síndrome del impostor
Socialmente, a casi todo el mundo nos importa lo que digan los demás de nosotros. La persona que tiene este síndrome del impostor, cuando consigue un
éxito laboral, tiene la sensación de que está engañando a los demás. Pensamos
que no somos tan buenos para estar en ese puesto. Los méritos que nos atribuyen
no les damos valor porque creemos que no nos ha costado tanto conseguirlos.
Es decir, lo que los demás valoran, nosotros no lo valoramos
tanto como los demás, Entonces, por ese motivo surge el sentimiento de estar
defr
audando a los demás.
Los 3 motivos principales causantes del síndrome del impostor
1. Baja autoestima. No reconocemos nuestros méritos
y, por lo tanto, tampoco disfrutamos de nuestros éxitos. Tenemos la sensación
de que no somos nosotros los que 'provocamos' ese éxito.
2. Falsa humildad. Nos han inculcado eso de 'ser
humildes'. No hay que ir alardeando de las cosas que tenemos, pero no es malo
hablar y compartir los éxitos y las metas que vamos alcanzando.
3. Atribución de éxito y fracaso. Cuando tenemos un talento para hacer algo, hay un criterio que es la
facilidad. Como tenemos talento hay cosas que hacemos de forma fácil o
sencilla. Al hacerlas de forma fácil no las valoramos. Para darle valor a algo,
parece que tiene que costarnos más hacerlo, que tiene que tener un nivel de
dificultad alto.
Consejos para vencer el síndrome del impostor
1. Atribución correcta del éxito y del fracaso.
2. Habla el idioma de las personas exitosas.
3. Acepta el error como forma de aprendizaje.
4. Comparte y habla de tus éxitos.
5. Rodéate de personas que te valoren de manera sincera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario