El orgullo es el sentimiento de satisfacción que sentimos
por algún logro obtenido, por un objetivo cumplido... pero sin convertirlo en
un sentimiento exagerado que puede llegar a hacer de menos a los demás
Sentirse orgulloso. Cómo se
comportan las personas orgullosas.
El
orgullo es una emoción, un sentimiento que tiene mucho que ver con cómo
nos sentimos hacia nosotros mismos. Como sucede con otros aspectos
de una persona, hay varios tipos de orgullo. Los clasificaremos en dos tipos de
orgullo:
1.
El orgullo positivo. Es el orgullo que sentimos cuando tenemos una
gran satifacción por algo que hemos logrado, que hemos hecho bien. O bien,
cuando hemos conseguido una meta u objetivo que nos habíamos propuesto.
También, nos podemos sentir orgullosos por los logros de otra persona, como
puede ser de un hijo, de un amigo o de cualquier otra persona allegada a
nosotros.
2.
El orgullo negativo. Es aquel sentimiento que va más asociado a la
soberbia, al complejo de superioridad, a la envidia, a creerse más que los
demás.
El orgullo positivo es beneficioso porque nos ayuda a querernos más a nosotros mismos. Nos ayuda a
valorarnos, pero siempre haciéndolo en su justa medida. Nos ayuda, incluso, a
descubrir nuevas fortalezas.
'No bajarse del burro' por orgulloso
Las personas que no suelen dar 'su brazo a torcer', aquellas a las que le falta humildad, suelen ser los prototipos de
personas orgullosas, que se creen que siempre tienen la razón porque son
superiores a los demás. Las personas con un orgullo negativo exagerado suelen
tener una gran falta de empatía. No saben ponerse en el lugar del otro, ni tan siquiera tratan de
comprender el punto de vista del otro.
Las personas orgullosas con cierto aire de superioridad tienen problemas
para relacionarse con los demás, porque es complicado establecer vínculos
con ellas. Hablan y se muestran superiores; creen tener siempre la razón o
estar en posesión de la verdad. Son, como dice Laura, personas cansinas. Agota
tratar con ellas, porque más que una relación es una 'lucha' la que se mantiene
con este tipo de personas.
No debemos
confundir que sentirse orgulloso por algo que nos ha costado mucho conseguir, un
objetivo duro y complicado, con hacer de menos a alguien. Hay que ser orgullosos
pero humildes a la vez. Nos sentimos orgullosos, muy orgullosos de nosotros
mismos, pero eso no nos hace superiores a los demás. Recordemos la conocida
frase:
"Hay cientos de cosas que
nos pueden hacer mejores que los demás. Pero no hay ni tan siquiera una que nos
haga superiores a los demás".
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