Usted se preguntará ¿Por dónde debemos empezar? Apelando a mi experiencia aconsejo seguir la siguiente secuencia: redactar un esquema, investigar y documentarse, apuntar lo más relevante y escribir el borrado...
Wilfredo Pérez Ruiz
Docente, comunicador y consultor en
protocolo, ceremonial, etiqueta social y relaciones públicas. http://wperezruiz.blogspot.com
Utilizar los medios audiovisuales para los discursos
Al elaborar una
exposición requerimos utilizar, en determinadas circunstancias, medios
audiovisuales que constituyen valiosos elementos de soporte y
complemento con la finalidad de dinamizar la transmisión de conceptos y
propuestas. Bajo ninguna circunstancia deben sustituir u opacar al
conferencista.
Usted se
preguntará ¿Por dónde debemos empezar? Apelando a mi experiencia, aconsejo
seguir la siguiente secuencia: redactar un esquema, investigar y
documentarse, apuntar lo más relevante y escribir el borrador de cada lámina de
ppt. Asimismo, deberán guardar coherencia con lo tratado, crear interés en
el público y utilizarse con moderación.
En innumerables
disertantes subsiste el frecuente error de empezar con la confección
del ppt: estos deben hacerse después de formular la estructura y definir el
orden temático. Es decir, es la última actividad al preparar una charla. Tenga
presente la enorme importancia de adecuar la asistencia audiovisual al tiempo,
mensaje y público; jamás inicie su presentación leyendo, proyectará inseguridad,
pánico escénico y ausente dominio; no aprenda todo de memoria, solo los
primeros minutos. Tampoco empiece con una diapositiva o video sin antes
realizar una introducción de su contenido.
Es pertinente considerar varias ventajas sobre su
uso: transmiten mayor información en menor tiempo;
despiertan la motivación de la audiencia; favorecen la comprensión de lo que se
está revelando; mejoran e ilustran el conocimiento; refuerzan la comunicación,
destacando aspectos esenciales; aportan datos, números y estadísticas.
Igualmente, tengo múltiples observaciones: procure mostrar concordancia entre
lo anotado y el argumento expuesto; confirme su buena calidad; coloque una sola
idea por diapositiva; utilice frases sintéticas; diseñe el material con
antelación.
Del mismo modo, insinúo tomar en cuenta que la orientación horizontal
facilita la lectura; sitúe una sola idea por diapositiva;
apóyese en dibujos, diagramas, esquemas; aprópiese de la regla "6×6"
(seis líneas máximo por diapositiva, seis palabras máximo en cada línea); use
fondos simples y claros; decline abusar de los colores y respete los matices
naturales (por ejemplo, no existen plátanos azules); asegúrese que las personas
de la última fila de la sala alcance a leer su texto; elija una letra legible y
apropiada (esquive una inferior a los 20 puntos); evite errores ortográficos,
tonalidades llamativas o diseños extravagantes; exhiba correspondencia con su
estilo personal o institucional; incluya fotografías de óptima calidad.
Existen diversas opciones multimedia a nuestro alcance.
Las diapositivas con sonido pueden resultar convenientes, pero también
incómodas, dependiendo de la exposición y auditorio; las multi-imagen muestran
dos figuras fijas u oscilantes de forma simultánea junto con acompañamiento de
voz y/o música; el video interactivo combina instantánea y movimiento, textos,
gráficos, voz y música mientras el participante tiene surtidas opciones de
respuesta. Incluye retroalimentación.
Unas anotaciones con relación al lugar. Trate de familiarizarse
con el espacio físico en que expondrá e indague con anticipación
acerca de pequeños y significativos asuntos como la temperatura; las luces
artificiales o naturales; la forma de la sala; la visibilidad de los
asistentes; la acústica; la colocación del cañón, computador, podio, micrófono
y mesa de honor.
Durante su disertación revele inalterable certeza, aplomo,
actitud serena y afabilidad. Estos pormenores pueden ser más transcendentes
de lo imaginado. A continuación, unos cuantos y eficaces aportes de valía:
mirar a la audiencia; conocer y practicar el manejo de los mecanismos
audiovisuales; consistencia en lo expuesto; muestre capacidad de improvisación
ante deficiencias y desperfectos; emplee un puntero; no juegue con objetos en
sus manos; indague las características, motivaciones e intereses de los
asistentes.
Preste atención a incontables cuestiones de forma y
fondo. Asegurar su éxito incluye percatarse de detalles inadvertidos cuya
omisión puede tener serias repercusiones en la receptividad y entendimiento del
público: ensaye, grábese y estudie las respuestas sobre las más
complejas interrogantes; luzca atuendo adecuado, sobrio e impecable;
conciba una sobresaliente imagen ejecutiva; inicie su intervención con un
saludo cordial y acompañado de una sonrisa; recurra a la automotivación
positiva. En tal sentido, prepárese, organícese, evidencie seguridad, saludable
estado anímico y talante de comunicador.
Para concluir, recuerde: un discurso siempre es una
magnífica coyuntura para irradiar ideas, generar espacios de
reflexión, compartir conocimientos, persuadir conciencias e involucrar a su
audiencia. Comprométase con intensidad y naturalidad con el tópico que
abordará; demuestre su pleno convencimiento; hable con ímpetu, entrega e
inequívoca manifestación de querer propagar su sapiencia.
Aproveche el privilegio de hablar ante sus espectadores, no todos tienen esa posibilidad. Es un hermoso y apasionante desafío frente que debemos estar habituados y cuyas implicancias redundarán en nuestro desarrollo integral y, consecuentemente, en el ámbito profesional. Viene a mi mente la sabia expresión anónima: "El que habla siembra, el que escucha recoge".
Fuente: https://www.protocolo.org/laboral/empresarial/discursos-los-medios-audiovisuales.html
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