La organización y tener claro el objetivo de
lo que queremos exponer y el conocer el público al que nos dirigimos son las
claves del éxito al hablar en público
Consejos para hablar sin
miedo en público. Tener éxito en nuestra exposición
Las palabras y los gestos hay que saberlos utilizar de
forma apropiada
Hablar en público pueda que sea, casi con toda
seguridad, una de las cosas que más asusta a la mayoría de la gente.
Pero no debe dar tanto miedo cuando se siguen algunos consejos básicos.
Hablar en público no es una tarea fácil para la mayoría de las
personas. Requiere tener los nervios bien templados, definir bien los objetivos, ser claro,
conciso, organizado y saber determinar el público al que nos dirigimos.
Incluso, cumpliendo estos requisitos, el miedo sigue existiendo.
Si consultamos una de la muchas encuestas
que existen sobre el tema, obtenemos casi siempre el mismo resultado: las
respuestas reflejan que muchas personas tienen miedo al hablar en público o sienten ansiedad e inseguridad cuando tienen
que hablar en público. En la mayoría de las ocasiones se debe a una falta
de confianza en la preparación previa para un discurso, conferencia o
reunión. Para superarlo, sigamos estos métodos y técnicas que nos
permitirán ganar confianza y seguridad en nosotros mismos.
Debemos poner un límite a nuestra exposición. No debe
ser un límite muy extenso para no "cansar" a los oyentes. No
se deben decir más de unas 150 a 175 palabras por minuto, para que la gente
pueda seguir correctamente su disertación. Tampoco es bueno que digamos menos
palabras haciendo un discurso lento, para que la gente no se distraiga o pierda
interés por el tema.
Los puntos que debe
tener claros una persona para ser un buen orador son:
1. El Público al que se dirige
Quién va a ser nuestra audiencia, estudiantes, profesionales, empresarios... esto nos
ayudará a enfocar nuestra exposición de forma correcta. No es lo mismo
dirigirse al público general que a un público especializado o profesional, la
edad, el nivel de conocimiento del tema expuesto, bien que sean estudiantes o
profesionales experimentados, y el objetivo del orador, esto es, presentar un
producto, exponer una nueva idea, una teoría, captar clientes o formar
profesionales.
2. Organización de los contenidos a exponer
Exponer de una manera
organizada todos los temas nos permite que sea más fácil seguir el
"hilo" de nuestra charla. Debemos esquematizar en partes la
conferencia, empezando la misma con una presentación personal que
incluya la cualificación que nos conceda alguna autoridad sobre el tema
expuesto, continuando con una iniciación ligera al asunto para profundizar
después, y finalizar con las conclusiones de nuestro objetivo.
3. Extensión de los temas
Debemos exponer solamente lo fundamental del tema. No queramos extendernos hasta agotar el tema.
Acabaríamos cansando al público y perdiendo su atención. Ser conciso, claro y directo es una regla infalible
para hacer llegar nuestro mensaje al público.
4. Objetivos que desea conseguir
Debemos concretar bien y de manera definida los objetivos
de la charla, ponencia o conferencia. Tenemos que "tener claro"
cuál es el mensaje que queremos transmitir a nuestra audiencia, sin repetirnos
en interminables palabras que no nos conducen a ninguna conclusión
clara. Si nuestra exposición es comercial, profesional, educativa,
promocional, no tendrán el mismo tono y el público que asista no será el mismo.
Tratemos a nuestro público con respeto y no presupongamos que ignoran o
desconocen de lo que se está hablando.
5. Ayudas para hacer más clara y amena la exposición
Es aconsejable contar a nuestro lado, con
todo tipo de ayudas que hagan comprender mejor la exposición que
estamos realizando: proyectores, ordenadores, diapositivas, gráficos y
cualquier tipo de documentación que podamos facilitar a los oyentes. Ahora
bien, sin abusar de los mismos, marginando totalmente al orador.
A la hora de hablar no
debe olvidarse estos puntos fundamentales
1.
Colocar el micrófono
a la altura correcta y comprobar que el sonido llega a
toda la sala.
2. Organizar bien la introducción,
desarrollo y conclusión de la charla.
3. No abusar de los gestos y la expresión corporal.
4. En la medida de lo posible, interactuar con
los oyentes, para hacer la exposición más amena.
5. Hablar como si nos dirigiéramos a una
sola persona.
6. Si vamos con retraso, resumir o prescindir
de las partes menos importantes.
7. Evitar cualquier tipo de distracción:
ruidos, móviles, música, etcétera.
Fórmula de 4
puntos: SPAM
Uno de los modelos más conocidos para una correcta
exposición hablada es el modelo Situación - Propósito - Audiencia y
Método (SPAM) . Este nos da 4 puntos básicos
1. Situación
Tener en cuenta la hora y el lugar donde se va a
celebrar el acto.
2. Propósito
Las metas u objetivos que el orador espera obtener con
su charla.
3. Audiencia
A qué personas va destinada nuestra charla. El público
objetivo.
4. Método
Qué método vamos a utilizar
para dar nuestra charla.
Principales métodos para ofrecer una charla de éxito
1. Informativo
Lo que se expone es nuevo para la audiencia. Se expone de forma clara y precisa, para que la
información expuesta sea de utilidad al público asistente.
2. Persuasivo
El orador trata de explicar características de un
producto o servicio. Trata de convencer de la conveniencia del mismo.
3. Entretenimiento
El motivo de la exposición suele tener una finalidad
de entretenimiento. Son charlas amenas y divertidas.
Con independencia del método elegido para la
conferencia, charla o exposición, debemos tener en cuenta ciertos puntos
básicos comunes a cualquier tipo de exposición pública de un tema.
Sugerencias a tener en cuenta para ofrecer una buena
charla
1. Ser breve en los agradecimientos y
reconocimientos previos a la charla.
2. Mantener la cabeza elevada, mirar al frente y
a la audiencia, siempre que podamos.
3. Cuidar la voz. Emplear un tono adecuado, una vocalización correcta y un
volumen adecuado.
Lo mejor que podemos
hacer antes de una "actuación" en público es practicar
1. Leamos la ponencia en alto varias
veces para escucharnos. E incluso, la podemos
grabar y escuchar. También e suna idea contar con alguien para
que opine sobre qué le parece.
2.
Utilicemos nuestro lenguaje corporal y sus gestos, como si
estuviésemos delante del público. Lo mejor es practicar delante de un espejo.
3.
Procuremos memorizar
las partes fundamentales del texto, para evitar una continua
lectura del mismo y estar demasiado tiempo con la cabeza baja - cabizbajo-.
Resumiendo, la seguridad para hablar en
público no solamente la dan unos nervios bien templados,
sino una buena preparación y profundo conocimiento del tema a tratar.
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