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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel

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La formación profesional del emprendedor

 

Se discute mucho acerca de la formación académica de una persona para ser emprendedor, el título profesional que lo habilita y  los conocimientos que debe poseer. La polémica surge debido a que existen emprendedores de diversa índole. En realidad los hay en la misma proporción de aquellos que tienen éxito a pesar de poseer escasa formación y los que triunfan gracias a vastos conocimientos.

El mundo del emprendimiento está poblado por personas con oficios diferentes, y de toda edad. Hombres y mujeres de diversas razas y culturas.

Parece no existir un patrón de formación que los distinga.

Y es que en realidad los conocimientos académicos convencionales no aplican en la formación profesional de un emprendedor. Por lo menos no son un requisito que garantice su éxito.

Si efectivamente pudiera formarse a un emprendedor (hecho que no está comprobado), algunos conocimientos que se le tendrían que impartir no coinciden con la ortodoxia imperante.

Por otra parte, las dimensiones del emprendedor como persona son tanto o más importantes que las profesionales, y no tienen referencia cercana en otros oficios.

La formación del emprendedor como persona tiene igual o mayor importancia que su formación como profesional.

Hay muchos emprendedores exitosos que no tienen “conocimientos técnicos de manual”. En los hechos un médico puede ser un excelente emprendedor, igual que un ingeniero o arquitecto. Y sin embargo una persona con importantes conocimientos de negocios puede fracasar.

Esto responde a lo siguiente:

Cuando el médico emprende es consciente que no tiene suficientes conocimientos en administración, mercados, contabilidad o finanzas. En cambio el profesional vinculado a ése saber supone que su entendimiento lo habilita de hecho para emprender.

Algunos “expertos funcionales” constituyen la mayor prueba de esto. Entre ellos quienes tienen conocimientos de marketing o los que han dedicado algún tiempo al mundo “entrepreneurial”. Los primeros creen que el marketing es casi una panacea, y  los segundos calculan que el estar vinculados con la dinámica de emprendedores los convierte en uno de ellos.

El surgimiento del emprendedor responde en realidad a otros factores:

1.- Un emprendimiento es un NEGOCIO.-

La palabra negocio proviene del vocablo latín negotium, que en esencia significa: “toda actividad que genere utilidad, interés o provecho para quién la pone en práctica”. En consideración de esta lógica se puede afirmar que todas las personas practican algún tipo de negocio, porque de alguna forma sostienen actividades que les generan “utilidad, interés o provecho”.

¡Y puesto que el emprendimiento es un negocio, entonces todos pueden desarrollar uno!

Las tareas que generan mayor “utilidad, interés o provecho” son básicamente las de producir y vender algo. Cuando se produce y vende satisfactoriamente un bien o servicio, se perfecciona el negocio. Como es lógico que nadie produzca algo que no pueda vender, entonces la función de ventas se convierte en el factor fundamental de la dinámica.

Por ello y en definitiva, la función de VENTAS perfecciona el negocio. O entendido de otra forma, perfecciona el emprendimiento.

En consecuencia, TODAS las personas que eventualmente tengan capacidad de VENDER algo en términos razonables, tienen las condiciones técnicas para ser un emprendedor.

Pueden existir profesionales buenos en marketing o administración que sean incapaces de “vender algo en términos razonables” y en ése sentido no están calificados para ser emprendedores. Por otra parte pueden existir médicos o ingenieros a quienes les pase lo contrario.

Quien posea una visión para vender algo, sumada a una básica capacidad para conseguirlo, está habilitado para emprender.

2.- La eficiencia en la tarea de VENTAS no depende únicamente de conocimientos técnicos.-

Vender en proporciones que justifiquen el emprendimiento no es tarea sencilla. Se precisan aptitudes y destrezas particulares. Por otra parte, hacerlo de manera sostenida involucra desarrollar sistemas que consideren demandas de los clientes, características del mercado y de la competencia. Los conocimientos que se precisan para gestionar estas variables no están incluidos ni en la Administración (como conocimiento académico convencional) ni en el marketing. Están insertos en LA ESTRATEGIA.

A diferencia del entendimiento popular, el marketing no determina cómo vender, la Estrategia lo hace.

Por lo tanto la Estrategia define los objetivos, la gestión de los recursos y las acciones necesarias para hacer prevalecer las ventas propias sobre las de la competencia. Orienta todos los esfuerzos de la organización hacia las ventas y recurre a cuanto conocimiento considere necesario para cumplir la tarea.

3.- La ESTRATEGIA no es un conjunto de conocimientos técnicos, es un arte.-

Existen muchas definiciones de Estrategia. Las coincidencias, sin embargo, son las siguientes:

La Estrategia es el arte de dirigir. En este sentido no es un plan, es acción. La estrategia está destinada a interactuar con el conflicto y se encuentra regulada por la aplicación de Principios Estratégicos. Todas estas conclusiones no conducen a un sistema,  se dirigen a un hombre.

No existe ninguna estructura que pueda “hacer arte”. Sólo un individuo puede hacerlo. Las estructuras no pueden aplicar Principios Estratégicos en su accionar. Solo las personas son capaces de hacerlo.

El hombre detrás de la Estrategia es el STRATEGOS.

La Estrategia es en realidad la función del STRATEGOS. La tarea de un hombre aplicando Principios Estratégicos para dirigir las VENTAS y hacer prevalecer los intereses del NEGOCIO sobre el competidor.

Al ser en esencia la función de un hombre (el STRATEGOS), la Estrategia se encuentra automáticamente vinculada a su personalidad, carácter, habilidades y aptitudes.

4.- El Emprendedor es un STRATEGOS.-

Evaluando las siguientes relaciones se llega al Emprendedor como STRATEGOS:

a) El emprendimiento es un negocio que se perfecciona a partir de las funciones de producción y ventas.

b) Las ventas se gobiernan a partir de la Estrategia.

c) La Estrategia es un arte asociado a un individuo y no un sistema.

d) La Estrategia es la función del STRATEGOS, por lo tanto éste es el individuo.

e) El Emprendedor es, por lógica, el hombre detrás del emprendimiento.

Por lo tanto el Emprendedor es el STRATEGOS.

Sin quererlo o saberlo el Emprendedor es el STRATEGOS. La persona que dirige los destinos del negocio. El objetivo principal de su trabajo son las ventas y el arma para gobernarlas la Estrategia.

En todo Emprendedor, y en cada emprendimiento, existe un Profesional de la Estrategia, un STRATEGOS.

Cuando se busca un factor común en todas las historias de éxito de la actividad emprendedora hay que remitirse a lo anterior.

5.- Fundamentos para la formación profesional del STRATEGOS (emprendedor).-

Si corresponde hacer un ejercicio sobre la formación profesional que debe tener el STRATEGOS (Emprendedor), éstas son las coordenadas:

CONOCIMIENTOS:

  • Principios Estratégicos
  • Dinámica organizacional
  • Procesos de formulación y preparación de la estrategia
  • Dinámica del conflicto (competidores/competencia)

HABILIDADES:

  • Interpretar y aplicar CONCEPTOS
  • Visualización
  • Lectura de movimientos opuestos
  • Anticipación
  • Estudio de los Strategos y las estrategias opuestas

APTITUDES:

  • Control de emociones
  • Memoria
  • Empatía
  • Negociación
  • Decisión

PERFIL PROFESIONAL:

  • Debe ser un individuo que asuma liderazgo, en definitiva más allá de la representación formal que exista sobre su autoridad.
  • Alquien que tenga aguda visión del negocio.
  • Una persona flexible, primero, después y siempre.
  • Un individuo que tome la iniciativa
  • Alquien que asuma y enfrente riesgos
  • Un ser coherente, entre su razón y su praxis, lo que postula y ejecuta, aquello que profesa y hace. Lo que constituye la persona y lo que representa el profesional.
  • Una persona consistente. Por lo tanto distanciado de vacilaciones y dudas. Firme para llevar adelante sus convicciones. Consciente de su capacidad y su causa.
  • Un individuo paciente y perseverante. Que por consiguiente no otorgue tregua ni pausa al cumplimiento de la tarea.

Fuente: https://elstrategos.com/la-formacion-profesional-del-emprendedor/

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