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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel

Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel
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Este es el Día que Cambiará su Destino…

 

Image by Joshua Woroniecki from Pixabay

Cambiará su destino el día que decida exigirle a la vida, con toda convicción y energía, lo que se merece. Pocos hacen esto. Verá, la mayoría de las personas tienen baja conciencia de sus merecimientos, y casi nadie posee el coraje de enfrentarse al destino y establecer un punto irreversible de inflexión.

Los merecimientos se alcanzan con inteligencia, sacrificio, esfuerzo y dedicación. Si nada de esto se ha invertido para alcanzar lo que se desea, no hay mérito y nada que exigir. Por lo tanto, y para empezar, nadie cambiará su porvenir si no ha dejado la piel en aquello que quiere.

Ahora bien, el problema habitualmente no es éste. Es más común el caso de personas que tienen méritos pero no toman la victoria que les pertenece. Correcto, ¡no la toman! Transitan por allá resignados a lo que les toca, levantando las manzanas que caen del árbol, sin hacer el esfuerzo para alcanzar las ramas y extraer la fruta.

Esperan que los méritos sean suficientes para que la vida les otorgue el premio que quieren, y en tanto no es así, se resignan a vivir con lo que hay: medias victorias y galardones mediocres. Son dueños de la torta, pero solo comen los mendrugos.

Hay que entender algo con claridad: no solo es necesario arduo trabajo para construir méritos, también lo es para tomar el premio. Si tiene todos los merecimientos pero se conforma con poco, no cambiará su destino.

Bien lo decía John F. Kennedy: “el conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento”.

Y conformistas son los que viven con menos de lo que merecen. Son águilas que caminan porque tienen temor o pereza de expandir las alas que poseen. En realidad la mediocridad no está relacionada a lo que se es, más bien a lo que no se quiere ser. Luego, si se tienen los méritos y no se vive en términos de ése valor, se es un conformista de los criticados por Kennedy.

Nadie, nadie en esta vida debería conformarse con menos de lo que merece. Esto involucra trabajo para construir valor, pero también para vivir de acuerdo a él. Así se puede transformar el mundo, porque se le otorga calidad y se destierra lo mediocre.

Cuando usted disponga el final de un estado inmerecido de vida, cambiará su destino. Cuando levante el puño y decida vivir a la altura del valor que ha construido, el mundo le dará el espacio que le corresponde. ¡Solo uno mismo puede dar ése paso!

A la vida se le arrebatan los galardones, ella no regala nada. Y esta no es ninguna fatalidad. La vida misma es el regalo por excelencia, luego todo lo demás debe conquistarse. Hay que tener coraje para tomar el premio que se desea.

Si el objetivo es grande, el esfuerzo es mayor. El costo de escalar una colina está en función del tamaño que posee. Querer alcanzar la cima sin hacer el viaje es una necedad, pero es peor conquistarla y no colocar bandera en ella y habitarla con pleno derecho.

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Construir méritos es difícil, pero no vivir de acuerdo a lo que ellos valen, es un acto conformista, una conducta mediocre y cobarde. ¡Hay que decirlo! Transitar la vida sin extraer y dejar en ella lo que se merece es una falta imperdonable.

Cambiará su destino el día que DECIDA hacer efectivo el cheque que ha ganado. Lo tiene en su poder. Ha hecho los méritos para poseerlo, pero es solo un papel en tanto no lo cobre.

Si no exige a la vida el valor que tiene, incluso hubiese sido más inteligente no hacer mucho esfuerzo para acumular méritos. Es tan simple como eso. Nadie juzga a un perico porque no vuele como un águila, se juzga al águila cuando decide tener la vida de un perico.

Nadie le dará el valor que merece si usted no se ha valorado primero. La gente paga por lo que ve en la etiqueta que se le muestra. Si uno mismo decide colocarse un precio bajo, ése será cancelado.

Ahora bien, no desperdicie energía tratando de cobrar más de lo que valen sus merecimientos. Ello caerá por su propio peso, más temprano que tarde. Pero nunca exponga un valor inferior al que realmente posee.

Este es un mundo cada vez más lleno de gente infravalorada por disposición propia. Inicialmente insegura de sí misma, luego temerosa de exponer su valor, y finalmente cómoda y conforme con lo que la vida le da.

Cambiará su destino el día que deje ése empleo que no le retribuye su genuino valor. Cuando salga de una relación que no lo merece. El momento que ponga un alto a la falta de respeto o la humillación. Cuando no se resigne a lo que tiene y vaya por lo que quiere. El momento que entienda, finalmente, que la vida es una promesa de abundancia integral y no de limitaciones y necesidad.

No es un asunto de ego. Éste probablemente dirá siempre que usted vale más de lo que sus méritos indican. Es más bien un asunto de honestidad, consigo mismo y con la vida. La supervivencia del mundo precisa lo mejor que puedan darle los seres que lo habitan, nada menos.

Deténgase un momento ante el espejo y pregúntese con toda honradez si se encuentra contento con la vida que tiene. Esto no es ridículo o intrascendente, es absolutamente vital. Si la inconformidad responde a una falta de méritos es momento de empezar a construirlos, con esfuerzo y dedicación. Si los méritos existen pero no la satisfacción, llego el tiempo de tomar la firme decisión de no infravalorarse nunca más, ante nada ni nadie.

Ésa decisión, la de respetar y hacer respetar el valor que tiene, será la señal que cambiará su destino.


Fuente: https://elstrategos.com/cambiara-su-destino/


El Emprendedor Autosuficiente no Existe. Eso es un Mito

 

Image by Alterio Felines from Pixabay

El emprendedor autosuficiente, ése que se ha hecho a sí mismo, contra viento y marea, sin la ayuda de nadie más, no existe. Eso es un mito. El emprendedor es uno de los profesionales más dependientes que hay, y su éxito radica en ser exquisito gestor de sus propias dependencias.

Dependencia de las oportunidades.-

Es correcto afirmar que los emprendimientos exitosos son oportunidades de negocio que se han capitalizado en el mercado. Pero por ello mismo es cierto que ellas se encuentran, no se crean.

El emprendedor es como el experimentado marinero que gobierna su velero en medio del mar. Puede hacer muchas cosas con su nave, pero no produce el viento que infla sus velas ni anula el temporal que la amenaza.

Todo emprendimiento es la historia de una oportunidad que supo ser aprovechada. En esto siempre hay una gran proporción de habilidad, pero también de fortuna.

El emprendedor autosuficiente, que teóricamente construye sus propias oportunidades y nunca depende de nada más, es un cuento de feria. Siempre existe un evento, una persona, un consejo, un comentario, una noticia que activa la inspiración y ayuda de cierta forma. Que ésa “chispa” sepa aprovecharse bien es algo que sí responde a las virtudes del espíritu emprendedor.

Los emprendedores efectivos no son más de 3 por cada 100 personas en una comunidad. Esas 97 personas restantes pocas veces tienen la disposición de buscar y aprovechar oportunidades como lo hace un emprendedor. Que de ellas surja la idea del emprendedor autosuficiente puede entenderse, pero que él mismo lo crea es un gran equívoco y una a la falta a la verdad.

Dependencia de la educación y el conocimiento. En esto no existe el emprendedor autosuficiente.-

Pocos oficios precisan de mayor educación que el emprendimiento, aunque la lógica popular asuma lo contrario. Esta afirmación no hace necesariamente referencia a la educación convencional, pero tampoco la excluye.

La educación produce conocimiento, y sin éste ningún emprendedor triunfa en el establecimiento de su negocio. Y menos aún en las bravas aguas del mercado.

En realidad, nadie conoce lo que desconoce, y muchas veces igualmente se ignora  lo que sí se conoce. Develar estas incógnitas depende de instrucción y ayuda que pueden proporcionar personas con mayor experiencia. Un Coach, mentores y maestros son indispensables en la vida “entrepreneurial”. En mayor medida que en otros oficios. Esta es una dependencia que anula el mito del emprendedor autosuficiente.

El Coach ayuda con el establecimiento y consecución de metas, el mentor orienta sostenidamente en el tiempo, y maestros debieran ser consideradas todas las criaturas con las que se interactúa. Solo de esta forma existe una educación permanente y adaptada a las circunstancias.

El emprendedor que no se educa todo el tiempo es solo una estrella fugaz que se pierde rápido en la inmensidad del firmamento. Y la educación depende mucho de la participación de terceros.

Dependencia de contactos y relaciones.-

Todo emprendimiento es siempre un acto de carácter social. Emerge como resultado de la participación e interacción de varios individuos. Ciertamente hay que reconocer iniciativas y liderazgos, pero el producto final es parte de algún tipo de esfuerzo colectivo.

Los contactos y relaciones del emprendedor no solo sirven para enriquecer ideas y modelos de negocio, también para hacerlos efectivos en el mercado. Emprendedor es quién activa un negocio, y esto siempre requiere de la participación de alguien más.

Socios, inversores, financiadores, operadores, el alter-ego, etc. Todos forman parte de la función que se desarrolla en el mercado. Considerar la existencia del emprendedor autosuficiente ignora una necesidad básica.

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Es cierto que en términos de responsabilidad el emprendedor padece un importante grado de soledad, pero en el afán de hacer viable su proyecto necesita de una importante red de soporte.

Al final de la historia es bastante de cierto ése adagio popular: “más vale un amigo en el Banco que un Banco amigo”.

Entre las relaciones de las que depende todo emprendimiento también son vitales las de carácter familiar, porque si ellas no proporcionan básica estabilidad para el ejercicio de las tareas, todo puede derrumbarse desde el interior.

Dependencia de inversores.-

Otras personas invertirán finalmente en el emprendimiento. Si no fuese necesario en la etapa de formación, seguramente lo será en un eventual escalamiento.

Una de las dificultades más importantes de los emprendimientos es la escasez de fondos para ejecutar el proyecto. Esta es otra dependencia que destrona el mito del emprendedor autosuficiente.

Es, adicionalmente, una de las dependencias más difíciles de gestionar, porque con ella se juega el patrimonio y el futuro del emprendedor.

Dependencia de consumidores y clientes.-

Posiblemente la dependencia por antonomasia. Sin la venia de los agentes del mercado no existe ningún emprendimiento exitoso.

El cliente es juez inapelable de la propuesta que se efectúa en el mercado. Se depende de su veredicto para prevalecer. Trabajar esta dependencia es la historia de vida de cualquier actividad entrepreneurial.

Quién se considera un emprendedor autosuficiente casi siempre comete el error de creer ciegamente en sus propias verdades y presunciones. Adopta una visión holística en sus sistemas de gestión e ignora conscientemente las particularidades del mercado. Esa es una receta infalible para el fracaso.

Las viejas afirmaciones de que el cliente es el único jefe y “siempre tiene la razón”, siguen siendo consejos de inapreciable valor, más allá que se intente inscribirlos en criterios relativistas.

Emprendedor autosuficiente. Un paradigma equivocado.-

Esa lógica de presentar al emprendedor como el paladín de la independencia económica y el único dueño de su destino, es solo una banalización de la realidad.

Es cierto que el emprendimiento constituye la mejor opción para la generación de ingresos y maximizar el potencial profesional. También es verdad que sin la actividad emprendedora no prosperan las estructuras empresariales que soportan la salud económica de los pueblos. Pero desde allí a idealizar la soberanía del emprendedor hay mucho desacierto.

No existe emprendedor autosuficiente. Todo lo contrario. Esta es una historia de múltiples y complejas dependencias, por eso no está habilitada para cualquiera. Se precisa mucha habilidad y carácter para surcar aguas que están disputadas por múltiples intereses. Y nada de esto se consigue con soberbia o altivez.

Y por si todo lo anterior no fuese suficiente, todo emprendedor se enfrentará finalmente a la dura realidad de vencer su propio ego para alcanzar la victoria. Puesto que no existe peor jefe que uno mismo ni dependencia mayor que aquella que se tiene con la propia psique y los pensamientos y emociones que emergen cada instante de la vida.


Fuente: https://elstrategos.com/emprendedor-autosuficiente/



 

Del Apuro de la Vida, Breve Reflexión Existencial

 

Photo by Min An from Pexels

Ya hace mucho tiempo que los seres humanos sobre el planeta no se comunican por medio de cartas, a menos que sea para notificaciones formales en materias que así lo consideran necesario.

Era usual que una carta modelo empezara, «Te escribo estas líneas en la esperanza de que todos se encuentren bien»…

Había ajedrecistas que se carteaban las jugadas, y de esa forma desarrollaban partidas que duraban su tiempo. Cada jugador vivía la expectación del arribo de una nueva carta para enterarse el siguiente movimiento de su contendor.

El mundo cambió, de las misivas pasamos a los faxes, de los teléfonos fijos residenciales, llegamos a los teléfonos móviles o celulares, cuyo número ronda los tres mil millones en uso sobre el planeta y sigue creciendo.

De la siempre fiel maquina de escribir nos llegamos al computador personal. Es imposible hoy en día encontrarse con textos impresos que tengan tachaduras, borrones o líquido para borrar letras.

Con la maquina de escribir, el escritor tenía que ser más cuidadoso al escoger y tipiar la palabra deseada, ya que corría el riesgo de comenzar de nuevo su explayado discurso.

De las salas de cine, emigramos a las antenas parabólicas, el betamax, VHS, DVD y la televisión por cable a los sistemas de transmisión por streaming.

Así las cosas, fuimos dejando la tranquilidad que nos proporcionaba el decurso natural del tiempo, por la eficacia y productividad que nos prometía la inmediatez de la información o los contenidos.

Existen intelectuales que han desarrollado el tema desde vertientes diferentes, pero siempre convergentes, por ejemplo, Carl Honore en su obra “Elogio de la lentitud” quien se plantea "¿Por qué tenemos siempre tanta prisa? ¿cómo se cura esa auténtica enfermedad que es nuestra actitud ante el tiempo? ¿Es posible, e incluso deseable, hacer las cosas con más lentitud?"

El autor místico Eckhart Tolle en su libro “El Poder del Ahora”, lo desarrolla desde el mundo mental y espiritual, buscando la solución al apuro en la vida en el hecho cierto de “que la mente es enemiga de la iluminación y que los individuos contienen la fuente de su propio dolor.”

El avance tecnológico, ha creado una dependencia en nosotros por la velocidad y la disponibilidad ante nuestros semejantes de las 24 horas del día.

Creo, para culminar, que, si manejáramos con racionalidad y conciencia, estos dispositivos electrónicos de la vida moderna, lograríamos reducir la prisa que nos apremia y las enfermedades que adosadas vienen con el estrés.

Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel


 

El Idioma Español una Deuda Global a Saldar

 

Foto de Olya Kobruseva en Pexels

Estoy disfrutando de un programa acerca de la naturaleza, la campiña, la flora y la fauna española, narrado correctamente por un locutor hispanoparlante y, repentinamente suena al fondo una canción rocanrolera en idioma inglés, terror…pienso inmediatamente, “Esto no puede ser, apreté un botón del control remoto por error y he llegado a un programa anglosajón”.

¿A cuántas personas les ha sucedido este evento tipo poltergeist?

Talvez la respuesta sea millones de millones, sorprendidos en su ensueño de disfrutar de una correspondencia entre lo que están viendo sus ojos y lo que escuchan sus oídos.

Sí, los telespectadores esperan que la sensatez cultural idiomática sea la regla; mas nunca la excepción en el desarrollo de los contenidos de las televisoras de habla hispana a nivel mundial.

Ahora bien, también se observa este error idiosincrático en otras latitudes y esferas idiomáticas. Así, por ejemplo, he podido ver series en los sistemas de emisión por streaming producidas en Galicia, Polonia, Islandia, en las cuales algunas no aceptan el doblaje anglosajón y, sin embargo, vuelven a caer en lo que considero el craso error de colocar canciones de fondo en idioma inglés.

No entiendo, ¿será que el idioma español no sirve para nada?, ¿será que sentimos vergüenza de la música en español?, o ¿consideran estas tele productoras que con esa música logran mayor proyección mundial? Porque, si eso es así, entonces basta con doblar todas sus producciones en inglés y listo, objetivo logrado.

Reconozcamos el valor de nuestro idioma materno, manifestemos nuestro descontento y trabajemos para saldar la deuda global que tenemos con nuestra lengua.


La vida no siempre te presenta las personas que deseas conocer

 

Photo by Anna Shvets from Pexels

 

La vida no siempre te presenta las personas que deseas conocer. A veces te pone en contacto con quienes debes conocer, para que te ayuden, lastimen, abandonen, amen, y gradualmente te fortalezcan para ser un mejor ser humano.

¡Es así de simple y maravilloso!

Imagínate como sería tu vida si en ella solo existieran las personas que deseas conocer…

No habría la mínima posibilidad de crecer y evolucionar. Ninguna dinámica constructiva. Porque el carácter se forma definitivamente con la fricción, y en tanto más sólido es aquel, mayores son las perspectivas de tener la vida que se aspira.

Las personas que piensan estratégicamente son buscadores incansables de oportunidades que les sean provechosas para desarrollarse. Y las interacciones con otros seres humanos son las mayores oportunidades que se pueden encontrar.

En este sentido, y por fortuna, la vida juega a favor.

Ahora bien, ¿por qué tenemos ésa predisposición tan básica de evitar o escapar de las interacciones que no nos agradan? En muchos casos se dirá que ellas constituyen un lastre para nuestro bien-estar y equilibrio emocional. Pero lo cierto es que ello obedece simplemente a comodidad.

No es cuestión, obviamente, de quedar condicionado por actitudes o comportamientos ajenos que no aprovechen, porque eso solo sería someterse y depender. Se trata de encontrar el beneficio personal en cada experiencia.

La comodidad es el enemigo más importante que tiene el desarrollo personal, no lo son de ninguna forma los problemas o adversidades. Porque la comodidad demanda muy poca energía, en tanto las dificultades, por muy molestas que sean, promueven la activación.

La comodidad debe entenderse siempre como una estación de trasbordo, no una de partida o llegada. Es natural aspirar a ella, pero no es bueno concebirla como un nido.

El pensador estratégico debe estar convencido que en todo evento que acontezca en la vida, no solo existe algo por aprender, también por aprovechar. Hay en esto una sutil pero poderosa diferencia. El aprendizaje pasivo puede condicionar de alguna forma el destino, pero la acción lo define en la forma que se quiere.

Cuando tienes propósitos claros y trabajas esforzadamente en función de ellos, no solo encuentras las personas que deseas conocer, también las que necesitas para tus fines. Todas tienen algo que te aporta en tanto hay disposición y habilidad de entenderlo y actuar en consecuencia.

El individuo que no tiene propósitos sólidos en su vida forma parte de las experiencias de alguien más y no es dueño de su destino.

Si algo te hace falta en la vida quiere decir, simplemente, que no se encuentra entre lo que ya posees. Debes buscarlo afuera. Y allá hay un poco de todo, no solo lo que te agrada. Pero si lo que prevalece es el sentido de la búsqueda y no solo el agrado, aun en las personas “desagradables” existirán recompensas.

Es más, justamente aquellas que poco sintonicen con tus principios y valores, son las que más te aportarán, porque constituyen referente de caminos que debes evitar y señal de las direcciones apropiadas.

Las relaciones con otras personas siempre son un juego de espejos y proyecciones. Nos vemos en ellos tal y como somos nosotros mismos, y nos proyectamos como eventualmente quisiéramos ser.

Solo los individuos necios y arrogantes pretenden que el mundo sea a su imagen y semejanza, y el pensador estratégico no puede ser ni lo uno ni lo otro.

Quién tiene claros sus propósitos y es dueño de sí mismo, proporciona luz aun cuando transite sombras. Influye positivamente allá donde se desenvuelve, y solo es influenciado para aprender.

Si te encuentras en el mundo con una persona que se dedique a exponer tus defectos, ¡fantástico! Nada te obliga a convivir con ella, pero es un activo que no puedes desechar. No es algo cómodo, pero ningún crecimiento lo es. Crecer siempre duele.

De igual forma la vida te presentará personas que te harán daño. Pero eso también aprovecha, a pesar de todo. Porque en tanto más daño sufras, más daño te podrás evitar en perspectiva. Cada segundo de experiencia vale oro, porque ilumina el camino que se desea seguir.

Si la vida te otorgara la falsa bendición de presentarte siempre las personas que deseas conocer, benignas y afínes, serías extremadamente débil.

La vida convoca luchadores o víctimas, no existe otra categoría, y esto define la necesidad de interactuar permanentemente con personas “desagradables”.

Habrá seres que te amen como corresponde, pero ellos casi siempre emergen del abandono al que te someten otros. Construirás relaciones que siendo buenas perdurarán mucho tiempo y otras que aun siendo buenas terminarán. Todo eso es experiencia, nada más. Para ello llegamos al mundo, para vivir una experiencia.

El amor es la energía que mueve el universo, de acuerdo, pero ninguna raíz tiene si no parte del amor propio. Solo quién se ama a sí mismo puede amar a los demás. Así se entiende y comprueba que toda interacción solo juega a beneficio.

El ego es un ingrediente muy particular. En la misma medida puede ayudar a conseguir el éxito o conducir al fracaso total. Contribuye a lo primero cuando activa el sano amor propio, pero conduce a sufrimiento cuando no reconoce el valor que tienen TODOS los demás.

Porque algo de valor existe en todas las personas que encuentras en la vida, ¡no lo dudes! La riqueza integral que puedas acumular depende que entiendas esta verdad trascendental. Si tú te abres, el mundo también lo hace. Sin embargo, si te cierras a las cosas que pasan, el mundo no solo se cierra ante ti, también te devora.

En función de lo anterior, posiblemente hay pocas recomendaciones más importantes para los seres humanos que ésta:

“Ten siempre una mente abierta a todo y sin ningún tipo de ataduras”

Esto es lo que garantiza que todos los individuos se conviertan en las personas que deseas conocer.

Fuente: https://elstrategos.com/