Vivimos sumidos
en la inmediatez usando los nuevos medios de comunicación que nos han
proporcionado las nuevas tecnologías
Perdona, pero no vivo conectado las 24 horas del días.
Cortesías y prioridades en el mundo digital
Las
comunicaciones actuales han creado un flujo de información que
es muy difícil, por no decir imposible, de seguir para cualquier persona. Esa
inmediatez que casi todo el mundo requiere para responder a un whatsapp, a un
correo electrónico, a un SMS o a cualquier otro mensaje es muy estresante. No
hay tiempo suficiente, a lo largo del día, para responder a todo el
mundo de manera inmediata.
La cultura
de la inmediatez. ¡Lo quiero ya!
Hay personas
que se sienten ofendidas porque piensan que un correo o un whatsapp es
como hablar y que nadie te atienda. Es una equivocación. Salvo que estemos
en un chat o una reunión virtual, los mensajes escritos no siempre se pueden
responder al minuto. Las personas tienen más cosas que hacer que responder
correos electrónicos, whatsapps, sms, etcétera.
Todos los
correos y los mensajes tienen sus prioridades. Lo importante
es darles respuesta, de forma personalizada, aunque no sea en el tiempo
esperado. Dejar sin responder un mensaje o un correo electrónico no es muy
correcto. Como en todo, hay excepciones, por diversos motivos, que no vienen al
caso -spam, acoso, etc.-.
Debemos recodar
que siempre es mejor escribir una respuesta personalizada que
no unas palabras estándar como el que compra una postal con el texto pre
impreso para evitar tener que escribir.
Responder a un
correo electrónico o a un mensaje es una cuestión de respeto
y buena educación. Las personas desconsideradas están muy mal vistas tanto en
el ámbito social como en el laboral o empresarial.
¿Qué ocurre
con las invitaciones a eventos virtuales o invitaciones digitales?
Aunque son
invitaciones que únicamente se deberían hacer para cuestiones
personales o de mucha confianza, si nos invitan a un acto o evento vía
correo electrónico, whatsapp o cualquier otro sistema similar, debemos actuar
de la misma forma que en el 'mundo real'. Es decir, responder como lo haríamos
a una invitación tradicional impresa.
Siempre que sea
posible, consultaremos nuestra agenda y responderemos lo antes posible,
por educación y para facilitar la tarea a los anfitriones u organizadores del
acto, ceremonia o evento.
Aunque en una
invitación virtual puede que no figure algún tipo de indicación del tipo R.S.V.P., es correcto y
apropiado, como hemos indicado, responder lo antes posible, bien
sea confirmando o excusando nuestra asistencia.
Es
posible que estemos asistiendo, gracias al uso generalizado de la
tecnología, a una pérdida progresiva del trato personalizado y del
'calor humano'. La pandemia ha acelerado mucho este proceso de
digitalización de nuestras vidas. Pero debemos poner un poco de nuestra parte
para poder compaginar, de forma equilibrada, nuestra vida social y nuestra vida
digital.
Por último,
recordar que no todo es malo cuando se utiliza la tecnología. Una
invitación digital o un correo electrónico supone un cierto ahorro de costes
para el medioambiente: papel, sobre, tinta, consumo de energía -impresión,
combustible y logística para el reparto de esa invitación, carta...-, etcétera,
etcétera.
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