Un cumplido es
un gesto de cortesía que se puede hacer a otra persona y que le suele agradar y
ayudar a mejorar su autoestima
Redacción Protocolo
y Etiqueta
Cumplidos: las atenciones y muestras de
cortesía que tenemos para con otras personas
Los
cumplidos no deben ser confundidos con los piropos -palabra
o expresión de admiración, halago o elogio que se dirige a una persona- o con
los halagos -adular o decir a alguien, casi siempre interesadamente, cosas que
le agraden-.
Un
cumplido puede ser abrir una puerta, ceder el paso, acercar una silla, prestar un paraguas, etcétera. Un
cumplido es un gesto de cortesía que puede ser tanto verbal como gestual.
Dicen
que un cumplido beneficia tanto al que lo hace como al que lo recibe. Un cumplido hace sentirse mejor a las personas porque
fomenta un sentimiento de reciprocidad. Es similar a cuando sonreímos o hacemos
un gesto agradable de este tipo. Nuestras neuronas espejo se 'activan' y suelen
devolver ese gesto de forma casi involuntaria.
Debemos
tener cuidado, cuando hablamos de cumplidos verbales, en saber diferenciar
un cumplido de un halago -alabanza generalmente exagerada e
interesada- y de un piropo. Los cumplidos son 'gratuitos', no se espera nada a
cambio. Los halagos, puede que no sean tan desinteresados. Esta gratificación
verbal que se recibe con un halago puede ser una forma de hacer sentir al
halagado en deuda con el adulador. Las diferencias, en ocasiones, son mínimas.
Los
cumplidos deben estar bien 'medidos' porque
vivimos en una sociedad en la que todo el mundo nos ofendemos por algo. Unas
veces por hacerlo -acción- y otras por no hacerlo -omisión-. Hemos acordado
socialmente tener un derecho ilimitado a ofendernos por cualquier cosa. Por eso
algunas personas se lo piensan, y mucho, antes de hacer un cumplido.
Consejos
para hacer buenos cumplidos sin caer en la mala educación o la ofensa
1.
Cumplidos honestos y sinceros
Nuestro
cuerpo y nuestros gestos nos pueden delatar cuando tratamos de hacer un
cumplido forzado o exagerado. El receptor puede detectar la falta de sinceridad
y generar un efecto contrario o distinto al deseado.
2.
Cumplidos desinteresados
La
educación no es de quita y pon. Hay que ser educados con todo el mundo. No se
trata de hacer cumplidos solamente a las personas que nos interesan o con las
que queremos tener una relación de amistad... o de amor. Los cumplidos y las
atenciones deben ser generales y deben tenerse con toda persona que sea
merecedora de ellos.
Por
eso los mejores cumplidos son los que resaltan las cualidades personales o
profesionales de una persona. El valor de esa persona por su trabajo, sus
logros, su comportamiento, etc.
3.
Elegir bien las palabras verbal
Cuando
hacemos un cumplido podemos 'meter la pata' por no saber elegir bien las
palabras. Si no sabemos muy bien qué decir, es muy aconsejable utilizar frases
hechas. Tratar de ser un poco originales puede ser un error, cuando no tenemos
muy claro cómo hacer un cumplido original. No podemos meter en un jardín del
que sea difícil salir.
4.
Tratar de no hacer cumplidos sobre cuestiones físicas o temas demasiado
personales
Los
cumplidos sobre la edad, la complexión física, los temas de salud, etcétera
pueden ser un poco delicados. Es mucho más fácil equivocarse al tratar de hacer
un cumplido sobre estas cuestiones. Es mejor hacer algún cumplido sobre la
mesa, la comida, la decoración, el comportamiento, etcétera.
Tampoco
es apropiado hacer cumplidos que puedan ser interpretados como sarcásticos o
irónicos.
Consejos
para recibir los cumplidos con educación
1.
Dar las gracias y sonreír
Aceptar
un cumplido, es como aceptar un regalo. Nos guste más o menos, siempre se debe
agradecer. Si el agradecimiento va acompañado de una sonrisa, mejor.
2.
Reciprocidad del cumplido
Un
cumplido es casi como una invitación, se debería devolver -aunque no genera la
misma 'obligación' que lo suele hacer un halago-. Aunque no sea en el mismo
momento que nos hacen el cumplido, puede hacerse en un momento posterior la
devolución de este cumplido. Pero es bueno apuntarlo en nuestro 'debe'.
3. Falsa modestia
Los cumplidos no se cuestionan. Se aceptan, mejor de
buenas maneras, y se dejan pasar. No hay que justificar o agradecer con
demasiada exageración el cumplido. Un comportamiento exagerado 'estropearía' el
momento.
4. Escuchar sin interrumpir
Hay cumplidos que se convierten en pequeños discursos.
Es mejor dejar terminar que interrumpir. Salvo que sea algo muy fuera de lugar,
es aconsejable dejar que el invitado termine su 'cumplido-discurso'. En estos
casos es posible que el cumplido sea más un halago en toda regla.
Resumiendo, podemos utilizar la frase "a
nadie le amarga un dulce" para referirnos al tema de los
cumplidos. Pero, ¡cuidado!, no a todo el mundo le gusta el dulce.