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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel

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La terquedad en los jóvenes: causas y posibles soluciones


 

La terquedad en los jóvenes es un comportamiento frecuente que suele manifestarse como resistencia a escuchar consejos, dificultad para aceptar normas y una firme creencia de que siempre tienen la razón. Aunque a usualmente se percibe como rebeldía, en muchos casos es parte natural de su proceso de crecimiento y construcción de identidad. Como es dicho: la juventud es un padecimiento que se cura con el decurso del tiempo.

Entre las principales causas se encuentran la necesidad de afirmarse como individuos independientes, la influencia de su grupo social, la falta de experiencia para medir consecuencias y, en ocasiones, una comunicación deficiente con los adultos. También influyen factores emocionales, como inseguridad, frustración o el deseo de sentirse comprendidos y valorados.

A esa edad es muy visible la falta de humildad debido a la creencia de sentirse autosuficientes, con toda una vida por delante e invulnerable a las enfermedades y accidentes contra su humanidad. Sin la muy bien cotizada humildad, es casi nula la adopción de conductas con sus matices de sabiduría, que son el pasaje seguro a una vida de adultos sobria y colmada de felicidad existencial.

Las posibles soluciones no pasan por la imposición autoritaria, sino por el diálogo, la empatía y enseñanzas con modelos de conductas sólidas. Escuchar activamente, explicar razones en lugar de solo imponer reglas y permitir que los jóvenes participen en la toma de decisiones ayuda a reducir la terquedad. El ser categóricos con que toda acción o conducta tiene un resultado o consecuencias y, que cada decisión tiene su equivalente al final de la ecuación: malas decisiones traen resultados lamentables, buenas decisiones se hacen acreedoras de gratificación y benigna calidad de vida. Asimismo, establecer límites claros y coherentes, acompañados de afecto y ejemplo, favorece una actitud más abierta y reflexiva.

En conclusión, la terquedad juvenil puede transformarse en una fortaleza si se canaliza adecuadamente, fomentando jóvenes críticos, responsables y capaces de aprender de sus errores. Pero también es un concepto lapidario y definitivo que de nada sirve todo esto, sin que se haya insertado en la psique juvenil las bondades eternas que representa la sabiduría.

Nos queda a los más entrados en edad, guiar afablemente a los menores en su camino a una vida de realizaciones productivas y benéficas, para la sociedad en general.

Autor: Moreno Villarroel




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