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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel

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Celebrar un cumpleaños. Fiesta de cumpleaños. Invitados. Regalos


Si celebramos el cumpleaños fuera de casa, solo nos debemos preocupar de la lista de invitados y del coste de la celebración. Nos lo darán todo hecho

Las fiestas de cumpleaños y su celebración

... y que cumplas muchos más

El cumpleaños es una fiesta de aniversario. Se celebra el aniversario del nacimiento de una persona.

Las celebraciones de los cumpleaños, en la mayoría de los casos, se suelen hacer con una fiesta casera en la que se ofrece una merienda, una cena o algún tipo de fiesta con algo de comer como un aperitivo, un picoteo o un bufé -buffet-. Como ocurre con otras celebraciones -bautizocomunión, etcétera- en algunas ocasiones estas celebraciones se vuelven un verdadero acto social con muchos invitados y una gran celebración.

Celebración de un cumpleaños infantil

En el caso de las fiestas infantiles de cumpleaños, está muy extendida la costumbre de hacerlo en algunos restaurantes de comida rápida que tiene "packs" de cumpleaños. También ganan terreno los conocidos miniparques temáticos infantiles que cuentan con unas instalaciones preparadas para divertir a los más peques de la casa -toboganes, piscinas de bolas, laberintos, etcétera-.

¿Celebrar el cumpleaños en casa o fuera de casa?

Si el cumpleaños lo celebramos fuera de casa, solo nos debemos preocupar de la lista de invitados y del coste de la celebración (presupuesto). Ahora bien, si lo celebramos en casa tendremos que tener en cuenta algún punto más a la hora de organizar la fiesta como es la decoración, cuántos invitados podemos tener sin que estén demasiado "apiñados", el tipo de comida o aperitivos que vamos a dar, qué tipo de música vamos a poner o si vamos a hacer una fiesta con baile, actividades y juegos que vamos a tener para amenizar el cumpleaños, etcétera.

Es muy importante, siempre que se da una fiesta en casa, saber calcular el espacio que tenemos, para no invitar a más personas de las que puedan caber con cierta comodidad. Calculemos un espacio adecuado de al menos 2 metros cuadrados por persona, descontando el espacio ocupado por el mobiliario y otros objetos de decoración.

Cómo invitar a una fiesta de cumpleaños

Para invitar a nuestros amigos, se puede recurrir bien al teléfono, o bien a algún tipo de invitación poco formal, y bastante divertida que podemos hacer nosotros mismos o comprar en una librería, papelería, tienda de regalos, etc. (hay muchos modelos en el mercado desde los más clásicos a los más divertidos o graciosos).

La comida y la decoración de una fiesta de cumpleaños

Generalmente, salvo cuando se celebran cumpleaños de personas mayores, donde se puede ofrecer una comida o una cena, los cumpleaños se celebran como si fuera un cóctel o un buffet -bufé-, es decir, de pie -no quita que haya sitios para sentarse y comer o charlar sentado- para que la gente se pueda mover libremente, sobre todo cuando son niños a los que les gusta corretear.

Si queremos decorar un poco la estancia, podemos utilizar cintas de colores, guirnaldas y material de papelería de colores vivos y variados. Una buena idea que aporta un toque de diversión es dar un "pack" a nuestros invitados similar al cotillón del año nuevo.

Otra buena idea, es realizar una fiesta temática, más idónea para cumpleaños infantiles, por ejemplo, todo con personajes Disney, o bien todos vestidos de un personaje por el que el pequeño sienta una especial admiración -superhéroe, dibujo animado, etc.-.

La música se elegirá en función de la edad de los asistentes, poniendo los temas de moda acordes a esa edad. Si los niños son muy pequeños, contaremos con la ayuda de unas cuantas madres/padres para el cuidado de los pequeños. Hay que vigilarles con mucho cuidado, vigilar lo que hacen y lo que comen.

En los cumpleaños con menores, nada de aperitivos sofisticados o bebidas alcohólicas. Si los mayores quieren tomar algo, que se vayan a la cocina o al mueble bar del salón, pero nada de estar presente este tipo de bebida o comida en el "menú" de los niños.

"Una fiesta de cumpleaños es una fiesta de aniversario"

Si el cumpleaños es con personas adultas, es habitual que la persona que cumple años tenga que ejercer de anfitrión -ver el capítulo de " Anfitrión perfecto "- además de ser el protagonista de la fiesta, presentado a los invitados que no se conocen, ocupándose de que todo esté correcto, etc. Si tiene ayuda mejor -un amigo, su pareja, un familiar, etc.- porque puede estar ocupado y desantender ligeramente las tareas de un buen anfitrión.

Los regalos y las fiestas de cumpleaños

En cuanto a los regalosse deben abrir siempre delante de los invitados, pero después de apagar las velas de la tarta. No es aconsejable hacerlo antes de la fiesta, pues es mejor que todos los invitados estén presentes para ir abriendo regalo por regalo. No obstante, según las costumbres de cada sitio o cada familia, este orden puede ser distinto.

Los regalos siempre se agradecen, y siempre se muestra satisfacción por los mismos, aunque unos nos gusten más que otros. Cuida con el lenguaje no verbal que nos puede traicionar -algunas veces nuestros gestos o ademanes no dicen lo mismo que nuestras palabras-.

Nunca se deben hacer comparaciones entre los regalos, haciendo "de menos" a alguno de los invitados por el regalo con que nos han obsequiado. Todos los regalos deben ser igualmente considerados y, porqué no decirlo, elogiados -sin exageraciones-.

Pues ahora solo nos queda soplar las velas y pedir un deseo. ¡Feliz cumpleaños!

Fuente: https://www.protocolo.org/social/celebraciones/celebrar-un-cumpleanos-fiesta-de-cumpleanos-invitados-regalos-.html

¿Por qué es importante desarrollar un “segundo cerebro”?


El registro y la clasificación de información son funciones naturales del cerebro humano, una fracción de las muchas que realiza este órgano maravilloso. El cerebro da para esto y mucho más, por supuesto, pero hay al menos dos razones por las cuales conviene que estas funciones sean apoyadas “externamente”.

En primer lugar, porque el volumen de información que se puede procesar convencionalmente es limitado. Y por otra parte, porque esta tarea reduce la energía que el cerebro puede disponer para la creatividad, resolución de problemas, prospección de condiciones futuras, esfuerzos propositivos, etc.

La cantidad de información que hay disponible es demasiado grande, por eso es necesario considerar herramientas que ayuden.

Afortunadamente, la tecnología puede ser un importante socorro en este propósito. Dado que no es solo una de las causas de esta explosión de información contemporánea, también es un recurso vital para soportar las soluciones.

De esto se trata el desarrollo de un “segundo cerebro”. Utilizar recursos tecnológicos disponibles para construir un sistema que capture, procese y disponga información de acuerdo a los propósitos que cada quién tenga y con el objeto de optimizar el trabajo del “cerebro principal”.

La idea es simple: aumentar la productividad, competitividad y  bienestar de las personas. Especialmente en su desenvolvimiento profesional, que está sujeto a mayor disputa. Pero también (y esto es lo interesante), en la vida privada.

En tanto la mente disponga de mayor energía para tareas creativas y producción distendida, el impacto es integralmente positivo para los intereses de cualquier persona.

Ahora bien, es preciso entender lo importante que son la productividad, competitividad y bienestar en la vida de las personas (seguramente esta última como un efecto de las demás). Cada concepto es independiente. Por ejemplo: no hay forma de ser competitivo sin una básica productividad, pero se puede ser altamente productivo y no por ello distinguirse en la competencia profesional.

Y este tema de la “distinción” es precisamente el factor más importante para desenvolverse en el mundo actual. Distinguirse primero del trabajo de las máquinas, pero también de otras personas.

El tema de la competitividad no siempre merece la misma ponderación por parte de todos. A veces se vuelve algo polémico.

Parece que en tanto más progreso se alcanza, el asunto de competir se vuelve más “anacrónico”. Muchos psicólogos y estudiosos del desenvolvimiento social consideran que los afanes competitivos poco aportan al bienestar mental. Sin embargo, consideraciones de este tipo son arriesgadas.

La competencia es un estado natural de la vida. No hay manera de eludirla, por mucho que se interpongan consideraciones “más elevadas”. La evolución es resultado de la capacidad que tienen las especies para adaptarse y prevalecer. Esto es, lo “competentes” que pueden ser para interactuar con su medio y circunstancias.

En el caso de los seres humanos, un elemento en particular les permite alcanzar esta competencia: el cerebro. Este es el factor distintivo por excelencia.

Del uso que se le dé dependen los resultados. De la orientación y energía que se disponga para su funcionamiento emerge la productividad, se define la competitividad y finalmente, el bienestar.

Ahora bien, el cerebro humano ha creado herramientas más poderosas que él mismo para realizar muchas tareas. Esto no solo es muy interesante, es sobre todo alentador.

La capacidad de procesar información que tiene un ordenador no puede ser emulada por una persona. La precisión de las máquinas en ciertas tareas, está lejos de las habilidades humanas. Si el cerebro se dispone para competir en estas áreas, pierde distinción y efectividad.

En términos del trabajo de las personas, el entendimiento de lo anterior es muy importante. No se puede competir con las máquinas y los sistemas en una infinidad de tareas, y por efecto de ello, el campo para las labores se reduce y es más disputado.

Para sobrevivir y prevalecer laboralmente (con todo lo que ello significa para el bienestar), es necesario utilizar el cerebro con inteligencia (valga la afirmación, porque esta última es también producto de las capacidades cerebrales).

El marco de referencia en esto es muy claro: las personas deben usar su cerebro en tareas que se encuentren fuera del área de competencia de máquinas y sistemas.

Deben dedicar cada gramo de energía mental a tareas distinguidas. Creatividad, resolución de problemas, prospecciones, proposiciones y todo “output” emergente de la inteligencia emocional y la sinergia de ésta con la racionalidad.

Las otras tareas, especialmente las vinculadas a la memoria (recolección de información, registro, clasificación, almacenamiento, disponibilidad, etc.), deben recibir soporte. Aquí es donde toma cuerpo la idea de construir un “segundo cerebro”.

Si es lógico suponer que “dos cabezas piensan más que una”, así también “dos cerebros servirán más que uno”.

La recolección de información para la construcción de el “segundo cerebro”.-

En un mundo saturado de datos y con una dinámica vertiginosa, no existe memoria natural que pueda abastecer. La persona promedio (no se diga la que tiene que competir laboral y profesionalmente), pierde a cada instante “inputs” importantes. Mucha información llega, pasa y desaparece en el olvido. Así de simple.

Por esto, la primera consideración de un “segundo cerebro” es construir un sistema que consolide la recolección de información. La tradicional libreta de apuntes en el bolsillo sirve, pero el uso de algún soporte digital es mucho mejor. La idea es simple pero muy importante: tomar notas instantáneas de todo aquello que se considere útil. Especialmente lo que se puede olvidar en la vorágine de la rutina.

Un sistema inteligente de recolección evitará que valiosas “perlas” de información se pierdan. Así podrán utilizarse luego, en el momento adecuado y en la circunstancia precisa.

Tomar notas valiosas de forma instantánea y dejarlas a buen recaudo en un sistema de soporte, otorga descanso al cerebro. Se consigue que éste ahorre energía y prosiga con el tratamiento de tareas más importantes.

La tecnología disponible es una ayuda valiosa para esta tarea. Ya no es necesario portar un bolígrafo. Las notas se pueden tomar rápidamente y sin mucho esfuerzo, bien que se esté caminando, conduciendo, haciendo ejercicio, conversando con otras personas, etc. Hay muchísimas herramientas para hacerlo. Lo importante es recolectar “ésa información” que no se quiere perder. En esto, cada quién sabe lo que le interesa y sirve. Aquí no hay receta.

La recolección de información es la primera tarea del “segundo cerebro”. Así comienza todo. La toma de apuntes debe convertirse en un hábito porque es el primer factor para la distinción competitiva. La mayor parte de las personas confían “inocentemente” en su memoria. Pero por muy prodigiosa que esta pueda ser, nunca será más eficiente que un sistema.

Las fuentes de la información que puede recolectarse son innumerables. Libros, noticias, conversaciones, ideas de otras personas, imágenes, etc. Y muchas herramientas (especialmente electrónicas), pueden ayudar en estos afanes.

Se debe poseer un sistema que permita capturar inmediatamente “ése concepto” que se lee en un libro, la idea que transmite algún artículo, la inquietud que emerge de alguien en una conversación. La frase que se vé en un cartel de la calle, la solución que revela un momento distendido, etc.

El registro de información.-

Luego de haberse dispuesto un método ordenado para recolectar información, corresponde registrarla. Esta es la segunda tarea que debe sistematizarse en el “segundo cerebro”.

Sin el adecuado registro, la información recolectada termina como el baúl de “chucherías” del garaje.

El registro demanda inversión de tiempo. No puede hacerse automáticamente. Pero este esfuerzo es una de  las tareas que más distingue a una persona de otras. Porque si en definitiva pocos se toman el trabajo de recolectar sistemáticamente la información que les llega, aún menos la registran como corresponde.

En el proceso de registro se producen dos hechos importantes: se elimina lo innecesario y queda marcado lo útil. Así se determina qué elementos permanecerán almacenados en memoria y cuáles se descartan. Si se ha “recolectado” algún documento o artículo para leer posteriormente, un audio o un video, es en este punto cuando se procesa, descarta o archiva. Igualmente un enlace, una idea, un dato.

Hay muchas herramientas eficientes y poco costosas para las tareas de registro. Su uso proporciona el método indispensable para la consolidación del “segundo cerebro”. Procesar la información recolectada es el paso definitivo en la construcción del sistema de apoyo.

La tarea de “recolectar” información es similar a la adquisición de los materiales para la construcción de una casa, y la de registro a los andamios sobre los que se desarrolla la obra.

El tiempo y esfuerzo que las personas dedican a registrar y clasificar la información acopiada es una de las tareas más rentables de la vida. No solo como un hecho informativo, principalmente como elemento formativo. El conocimiento se amplía sin mermar la energía que el cerebro precisa para las tareas diarias. De esta manera se almacena información que servirá para propósitos mayores en cualquier momento.

Esto último es importante. Porque las tareas de registro perfeccionan su valor en el momento más precioso, justo cuando se necesita algún dato que, de otra manera, se hubiera olvidado.

La clasificación de información en el “segundo cerebro”.-

Todas las personas tienen intereses distintos, vinculados a múltiples áreas de atención. Y a esto contribuyen las tareas de clasificar la información recolectada y registrada.

Existirán datos de interés laboral, profesional, de negocios, familiares. Inquietudes educativas, algún hobby, objetivos y planes, etc. Todos estos intereses definen el carácter de las tareas de clasificación.

A partir de este punto la información queda almacenada de manera ordenada y permanente. Lista para su disposición y uso el momento conveniente. El cerebro “principal” ya puede “descansar” en la estructura que ha desarrollado el “segundo cerebro”.

Cuando el hábito se establece, las tareas de registro y clasificación se hacen simultáneamente y se optimiza el tiempo invertido.

Disposición de la información.-

La mayor parte de las personas portan hoy una sofisticada computadora en la palma de la mano. Este es el alcance de los dispositivos móviles, especialmente los teléfonos inteligentes. Y en ellos es donde debe estar “anclado” el “segundo cerebro”, por lo menos en términos ideales.

En tanto la mayor parte de la gente utiliza estos dispositivos solo para tareas elementales y muchas veces irrelevantes, quién descansa en los beneficios de un “segundo cerebro”, los usa para maximizar su rendimiento.

El avance tecnológico ha permitido que se superen los límites convencionales de dificultad y espacio de almacenamiento. Hoy, un pequeño dispositivo puede tener acceso a todo el conocimiento humano en cuestión de segundos. El reto, por lo tanto, no radica en la posibilidad, más bien en la capacidad de acceder inteligentemente a todo lo que está disponible. Y de esto se ocupa el “segundo cerebro”.

En un mundo en el que la información abunda, la persona que la gestiona apropiadamente alcanza lo que el hombre primitivo logró cuando pudo almacenar los excedentes de sus labores agrícolas. Entonces ya no le fué necesario disponer todo su tiempo para recolectar o cazar su alimento diario. Pudo dedicarse a tareas de ordenamiento social, optimización de sus herramientas de trabajo, consolidación de jerarquías de gobierno, atención de los más débiles, etc. Un progreso cualitativo fundamental.

La trascendencia del “segundo cerebro” es parecida, sin el afán de exagerar. Porque cuando el poder de éste órgano maravilloso se concentra en activar las tareas que le son privativas al ser humano (y que no pueden abordarse desde las máquinas o los sistemas), se produce la evolución.

Hay toda una “ingeniería” detrás de los afanes de construcción del “segundo cerebro”. Cada quien puede profundizar sus conocimientos en esto al grado que lo desee. Prueba de ello es la orientación disponible en trabajos de expertos como Thiago Forte y su libro.

El soporte existe, pero lo importante es, como siempre, comprender la importancia del concepto. Este es otro elemento que nos distingue de las máquinas y los sistemas. Por muy eficientes que ellos sean, no pueden entender y procesar conceptos.

Fuente: https://elstrategos.com/cerebro/

40 poderosos consejos de ventas en 40 frases

 

Vender no es algo que la mayoría considere sencillo, todo lo contrario. A pesar que las habilidades de ventas son un requisito esencial en todos los aspectos de la vida, pocos fluyen con el tema. Por eso es importante abordarlo desde las consideraciones esenciales, ésas que siempre son simples y prácticas. De eso se tratan estos breves pero poderosos consejos de ventas.

Las verdades esenciales:

1.- Una venta es el resultado de la capacidad para comunicar qué es un producto, qué hace y para quién es.

2.- Para que los clientes digan sí, simplemente elimine las razones por las que dicen no.

En ventas siempre es más útil quitar que agregar. Elimine obstáculos y las cosas fluirán.

3.- Un producto solo tiene que ser valioso para las personas que lo compran.

Olvide la percepción y el juicio de valor propio. Su producto vale exclusivamente en función de la evaluación del cliente, no porque usted, su equipo o la empresa así lo crean.

4.- Las palabras que otros dicen sobre su producto son más importantes que las suyas.

¡Escuche al cliente! Hable menos. Las respuestas a las preguntas son más importantes que las exposiciones. Sin embargo no existirán muchas preguntas si hay poco margen para que el prospecto pueda decir lo que piensa.

5.- Cuanto menos hace un producto, más probable es que lo haga bien.

6.- Es imposible vender algo que la gente no quiere.

Esto suena básico, pero es uno de los consejos de ventas que muchas empresas y vendedores no aceptan. Cuando se llega a la conclusión que el cliente NO quiere el producto, el vendedor debe valorar otro factor: su tiempo. Ése que será necesario para abordar otros prospectos y corregir errores.

7.- No venda el producto, venda el resultado que se alcanza a partir de él.

8.- El precio no está determinado por lo que cuesta fabricar un producto, más bien por lo que el cliente está dispuesto a pagar.

9.- Una venta se produce cuando se expone el producto correcto a la persona correcta, en el momento correcto y con el argumento correcto.

10.- La gente compra transformaciones, no productos.

Los consejos de ventas orientados al entendimiento:

11.- Es más fácil crear una solución que una necesidad.

12.- Si la única razón para elegir su producto es el precio, su producto puede ser reemplazado por cualquier otro producto con mejor precio.

13.- Los grandes productos surgen de las conversaciones con las personas a las que están destinados.

Hay diferencia entre un producto y un gran producto. Estos últimos son siempre como arcilla en manos de un artesano, nunca una obra final.

No es lo mismo un estudio del mercado que una relación con el mercado. El primero es una fotografía, la segunda una larga y emotiva película. Los “productos” pueden determinarse en función de un estudio, los “grandes productos” son un efecto de la relación que se sostiene con el mercado a lo largo del tiempo.

14.- Una venta no es el final de una relación, es el comienzo.

15.- Cada compra es una inversión y cada cliente espera un retorno de esa inversión, pero ese retorno no tiene que ser siempre financiero.

Las buenas experiencias no tienen precio, y si ello es lo que se vende, los retornos a la inversión trascienden en el tiempo. Hay consejos de ventas atemporales, éste es uno de ellos.

16.- La gente compra por razones que no tienen nada que ver con el producto en sí, lo hacen para sentirse bien, evitar hacer otra cosa, tener acceso a algo, dar una señal a los demás, encajar o destacar, etc.

¡Si encuentra el móvil, efectúa la venta!

17.- Lograr que alguien compre y conseguir que le cuente a otros sobre lo que compró, requiere estrategias diferentes.

Una venta puede ser entendida como una transacción o un proceso. Los buenos vendedores operan de acuerdo a lo primero, los grandes vendedores de acuerdo a lo segundo.

18.- Comprar da miedo, por lo tanto hay que conseguir que el prospecto se sienta seguro.

19.- El primer paso para construir un producto valioso es encontrar un problema que valga la pena resolver.

20.- Tiene que haber una razón muy clara para que alguien elija su producto en lugar de otro.

Para evitar confusiones:

21.- Las suposiciones de las personas sobre el valor de su producto se basan en gran medida en el precio establecido.

Las ofertas baratas generan respuestas instintivas, las que no lo son producen respuestas reflexivas. Si se consigue lo segundo se gana un cliente, no solo un comprador.

22.- La audiencia dirá qué comprará si se crean oportunidades para que lo haga.

Para eso están dispuestos dos oìdos y una sola boca.

23.- Nunca venderá un producto por más de lo usted mismo cree que vale.

24.- ¿Cuál es un “precio justo” por su producto? Exactamente aquel que la gente esté dispuesta a pagar por él.

25.- Hay productos que la gente compra principalmente para poder decir que los compró.

26.- Las razones por las que la gente compraba productos hace 50 años son las mismas razones por las que compra productos hoy.

27.- Cobre más.

Los mejores consejos de ventas puen parecer “contraintuitivos”, pero en ello radica precisamente su valor, ¡piénselo!

28.- No existe tal cosa como un producto “gratuito”, puede que no le cueste dinero al cliente, pero sí le costará tiempo, esfuerzo y atención.

29.- La confusión es la principal causa para que falle un producto.

Sea minimalista, no olvide la sigla KISS (keep it simple, stupid).

30.- Cuando presente su producto, use las palabras de su cliente.

Consejos de ventas que lo convierten en un profesional:

31.- Los clientes potenciales no tienen idea de que a los clientes actuales les encanta su producto (a menos que se los diga).

32.- Si puede vender uno, puede vender 10, y si puede vender 10, puede vender 100.

33.- Los productos exitosos contienen las lecciones de los productos fallidos.

34.- Si no hay una razón para que alguien compre ahora en lugar de “más tarde”, no lo hará.

Toda oferta o valor agregado debe ser expuesto para que el cliente cierre la transacción “ahora” y no luego. Los descuentos especiales y las promociones deben estar asociados al tiempo de realización de producto no necesariamente al volumen de ventas.

El objetivo de una oferta no es vender más, es acelerar el “ritmo” de las ventas.

35.- Su trabajo no es vender, es proveer.

Proveer significa “proporcionar lo necesario o conveniente para un fin determinado”. Si conoce los objetivos o expectativas del prospecto, simplemente proporcione lo conveniente para alcanzarlos.

36.- Cuanto más fuerte sea su producto, más débiles serán sus procesos de ventas (y viceversa).

37.- Los descuentos solo impulsan las ventas a las personas que buscan descuentos.

38.- Sea empático, no simpático. De todos los consejos de ventas éste trasciende toda la vida profesional y personal.

39.- Vender es un privilegio, comprar es una necesidad.

40.- El buen vendedor es una persona exitosa, una persona exitosa es un buen vendedor.

(Fundamentado y contextualizado en el artículo “40 One-Sentence Product Sales Tips” de Josh Spector. Traducción Carlos Nava Condarco)

Fuente: https://elstrategos.com/consejos-de-ventas/

¿Qué es el orgullo? Tipos de orgullo. Las personas orgullosas (con vídeo)

 

El orgullo es el sentimiento de satisfacción que sentimos por algún logro obtenido, por un objetivo cumplido... pero sin convertirlo en un sentimiento exagerado que puede llegar a hacer de menos a los demás

Sentirse orgulloso. Cómo se comportan las personas orgullosas.

El orgullo es una emoción, un sentimiento que tiene mucho que ver con cómo nos sentimos hacia nosotros mismos. Como sucede con otros aspectos de una persona, hay varios tipos de orgullo. Los clasificaremos en dos tipos de orgullo:

1. El orgullo positivo. Es el orgullo que sentimos cuando tenemos una gran satifacción por algo que hemos logrado, que hemos hecho bien. O bien, cuando hemos conseguido una meta u objetivo que nos habíamos propuesto. También, nos podemos sentir orgullosos por los logros de otra persona, como puede ser de un hijo, de un amigo o de cualquier otra persona allegada a nosotros.

2. El orgullo negativo. Es aquel sentimiento que va más asociado a la soberbia, al complejo de superioridad, a la envidia, a creerse más que los demás.

El orgullo positivo es beneficioso porque nos ayuda a querernos más a nosotros mismos. Nos ayuda a valorarnos, pero siempre haciéndolo en su justa medida. Nos ayuda, incluso, a descubrir nuevas fortalezas.

'No bajarse del burro' por orgulloso

Las personas que no suelen dar 'su brazo a torcer', aquellas a las que le falta humildad, suelen ser los prototipos de personas orgullosas, que se creen que siempre tienen la razón porque son superiores a los demás. Las personas con un orgullo negativo exagerado suelen tener una gran falta de empatía. No saben ponerse en el lugar del otro, ni tan siquiera tratan de comprender el punto de vista del otro.

Las personas orgullosas con cierto aire de superioridad tienen problemas para relacionarse con los demás, porque es complicado establecer vínculos con ellas. Hablan y se muestran superiores; creen tener siempre la razón o estar en posesión de la verdad. Son, como dice Laura, personas cansinas. Agota tratar con ellas, porque más que una relación es una 'lucha' la que se mantiene con este tipo de personas.

No debemos confundir que sentirse orgulloso por algo que nos ha costado mucho conseguir, un objetivo duro y complicado, con hacer de menos a alguien. Hay que ser orgullosos pero humildes a la vez. Nos sentimos orgullosos, muy orgullosos de nosotros mismos, pero eso no nos hace superiores a los demás. Recordemos la conocida frase:

"Hay cientos de cosas que nos pueden hacer mejores que los demás. Pero no hay ni tan siquiera una que nos haga superiores a los demás".




Fuente: https://www.protocolo.org/social/etiqueta-social/que-es-el-orgullo-tipos-de-orgullo-las-personas-orgullosas.html

 

Protocolo fallecimiento. Ceremonia entierro. Trámites y costumbres en torno a al fallecimiento de un familiar o ser querido

 

Afrontar esta situación, sobre todo si somos la parte afectada, en estos momentos de intenso dolor, es una cuestión muy personal e íntima

Reglas de etiqueta ante el fallecimiento de un familiar o ser querido

El protocolo social: del pésame al entierro

A lo largo de nuestra vida, mantengamos o no una vida social, debemos toparnos con la muerte de un amigo, familiar o compañero de trabajo. Afrontar esta situación, sobre todo si somos la parte afectada, en estos momentos de intenso dolor, es una cuestión muy personal e íntima. No obstante, tenemos que aceptar un protocolo social para actuar en estas situaciones, en cualquiera de los lados que estemos.

Acudir al tanatorio local o casa del fallecido -cosa cada vez menos habitual- suele ser el principio de este protocolo social para cumplir con nuestro círculo familiar y de amistades.

Costumbres y usos locales en torno al fallecimiento de una persona

Al igual que indicábamos para las bodas, los funerales y los entierros tienen un componente costumbrista muy marcado. Las pautas a seguir suelen ser muy distintas en determinadas comunidades o regiones. Sobre todo en la parte del velatorio, las costumbres suelen ser muy locales. En determinadas comunidades es un auténtico acto social en el que se puede tomar una bebida o un bocado (pues se sirven bebidas y comida), nosotros vamos a dar las reglas generales y más comúnmente conocidas por todos.

1. Dar el pésame. De forma presencial o mediante una nota escrita -correo, WhatsApp, etcétera-.

2. Enviar unas flores o una corona (opcional).

3. Asistir a la ceremonia. Religiosa o no.

Los trámites legales después de un fallecimiento

En muchos casos, nos pilla por sorpresa y además no contamos con experiencia sobre los pasos a seguir (confección de la esquela, publicación, pésame, etcétera). Una de las mejores opciones es dejarse asesorar por el servicio de pompas fúnebres (funeraria) que nos indicará la mejor manera de proceder. También, otra opción puede ser, recurrir a familiares mayores o personas que ya hayan pasado por esta experiencia.

En cualquier caso, nosotros vamos a darle algunas pautas y formas de actuar para estos casos, y por ello, hemos dividido el tema en varios capítulos para su mejor comprensión, especificando en cada uno de ellos, todos los detalles principales y secundarios que le puedan servir de ayuda.

Fuente: https://www.protocolo.org/social/celebraciones/fallecimiento-entierro-tramites-y-costumbres.html