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Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel

Novela «El Terror de Alicia» Autor: Miguel Angel Moreno Villarroel
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Los problemas miden el tamaño que tienen las personas


 

Los problemas miden el tamaño que tienen las personas, la “madera” de la que están hechos, el carácter que poseen para encarar la vida.

Las tribulaciones, contrariedades y conflictos, tamizan el género humano y lo dividen entre aquellos que salen fortalecidos y quienes emergen débiles y vulnerables.

A veces los problemas no tienen la solución que se busca o los resultados son adversos. Pero aún en estos casos el hombre de carácter emerge victorioso, porque aprende, no desmaya y crece.

(Tema abordado en el libro “Cómo enfrentar y resolver problemas en los emprendimientos y en la vida“, de Carlos Nava Condarco)

La vida no es benigna, no tiene por qué serlo. Los hombres son criaturas pequeñas ante la magnitud de los fenómenos naturales y sociales. Su historia es una crónica de sacrificios y batallas duras contra la adversidad. Lo fue siempre y lo será hasta el final.

Hay que arrancarle al destino cada beneficio y privilegio. Con sufrimiento. A fuerza de honrar el precio demandado. El ser humano es un sobreviviente, ése es su mérito principal.

Ante los problemas y la adversidad, el objetivo primario es precisamente ése: sobrevivir, salir íntegro. Esto ya permite participar de la próxima contienda, y otorga crédito para vencer.

Salir en pié de la prueba es el imperativo fundamental, y no rendirse es la primera y más importante victoria. Así las personas miden el mismo tamaño que sus problemas.

Lastimosamente esto no siempre se cumple, muchos bajan los brazos y salen derrotados.

Cada caída quita un puñado de plumas y daña ésas alas que sostienen el ánimo y la entereza. El fracaso las afecta al punto que “no sirven para volar”. Luego se “camina” por la vida con mayor dificultad. Apreciando todo desde la perspectiva de una criatura pequeña que siempre encuentra gigantes.

Por el contrario, es hermosa la visión del ave que ve todo desde las alturas. Libre, rodeada de claridad y paz. Desde allí todos los problemas se ven pequeños. Con ésa perspectiva no solo se mira la dificultad, también todo lo que la trasciende. Lo que el ave observa siempre es hermoso, aunque en medio de ello existan problemas y contrariedad.

A los seres humanos les ha sido otorgada la bendición de “volar”. De apreciar la vida desde arriba y medir las cosas desde las alturas. Para hacerlo solo deben cuidar sus alas. No rendirse ante la adversidad para no dañar el espíritu, que es aquel que remonta vuelo.

Ningún problema otorga el derecho de bajar los brazos.

Así lo demuestra la hormiga cuando en su caminar por la habitación choca contra un zapato. Ella rodea esa “montaña” o pasa por encima sin dudar. No le está reservado apreciar su entorno más allá de las estrechas paredes del recinto, pero un obstáculo, por inmenso que le resulte, no la detiene en su deseo de dominar sus circunstancias.

Cuánto más debe hacer el hombre, quién potencialmente tiene la capacidad de dominar incluso otros mundos.

Es bueno apreciar la enseñanza que dejan algunas personas. Conmovedoras historias de victoria ante el infortunio, dramáticas oportunidades para celebrar la vida. Individuos a quienes el destino privó de algún miembro o facultad. Quienes nacen y crecen en condiciones extremas de pobreza o son víctimas de enfermedades que no se pueden curar. Cuesta imaginar el tamaño de la adversidad que viven, en muchos casos desde la cuna. Sin culpa ni opción.

Estas hermosas criaturas miden el tamaño de los problemas que enfrentan y superan día a día. Son grandes entre los grandes.

Son también un regalo para los demás. Porque a la sombra de sus proezas solo se puede sentir agradecimiento con la vida. Humildad y sana vergüenza por la debilidad propia y la queja omnipresente.

Dicen que la valentía no está representada por la ausencia de miedo, sino por la capacidad de controlarlo y superar la prueba. Ése valor se precisa para no desmayar ante la adversidad. Porque existe el derecho de sentir miedo, claro que sí, o al menos el sano temor que demuestra inteligencia.

Sin embargo, valioso tiempo pierde quién se ocupa de procesar el temor antes que dar cara a sus miedos.

Muchos se rinden ante los problemas por temor a sus consecuencias o a la tarea necesaria para resolverlos. Así se convierten en víctimas del miedo y no del problema en sí mismo.

Se precisan buenas dosis de valor para superar temores y no rendirse ante la adversidad. La fuente de éste coraje debe nutrirse de los motivos mayores, los objetivos de vida fundamentales y los sentimientos más profundos.

El coraje surge del amor del hombre por sus metas. El que lo relaciona con su familia y amigos. Y sobre todo el que siente por sí mismo. Cuando esto se ponen en riesgo por causa de la adversidad, emerge la fuerza para no rendirse.

Así los problemas miden el tamaño de las personas, porque ponen a prueba su amor.

Y cuando más grande éste, mayor el coraje que lo sostiene y más clara la visión para alcanzar soluciones.

El orgullo también es puesto a prueba en la adversidad. Un sano y genuino orgullo por lo que se ha alcanzado en la vida. Aquello que se quiere y tiene en alto precio. Eso que los guerreros griegos llamaban la “parcela conquistada a sangre y fuego”.

Es un hecho que la vida no regala nada. Todo se le debe arrebatar con esfuerzo, y nada puede resignarse sin sana pelea. Firme como el derecho que la sustenta.

A veces ésta pelea también debe sostenerse para demostrar a otros la calidad de madera con la que se está hecho.

En momentos de tribulación no todas las manos se tienden o son amigas. Muchas se disponen, más bien, para dar el empujón final que precipita la caída. Se dice sabiamente que existe “un poco de todo en la viña del Señor”. Y se pecaría de inocencia pensando que toda la gente solo desea el bien para los demás. ¡Suele ser lo contrario! La envidia, recelo, rencor y egoísmo habitan éste mundo desde siempre, y se fortalecen de la debilidad ajena. Se nutren de quienes capitulan.

Por último, se debe estar preparado para encarar la adversidad en soledad.

Los problemas miden también la naturaleza del compromiso que las personas tienen entre sí, especialmente si son cercanas. Constituyen útil factor para calificar las relaciones.

Pero a pesar que se tenga la bendición de contar con personas que brinden apoyo, una importante cantidad de problemas tienen vivencia estrictamente personal. El escenario donde se llevan a cabo es como la cumbre fría de una montaña, aislada de todo. Allí se siente la soledad aun cuando sean muchos brazos los que esperan abajo. Esta soledad solo se supera con fortaleza de espíritu, con la fe que se tenga en uno mismo.

Fea compañera es la soledad, socia siempre dispuesta de la adversidad.

En todo caso y siempre, cuando la tribulación llega, se necesita enfrentarla con firmeza. Con cada quilate del valor propio.

En esas situaciones ayuda mucho esa poderosa afirmación que distingue a los hombres entre sí:

“Las estrellas brillan cuando el sol se oculta”.

Fuente: https://elstrategos.com/los-problemas-miden-el-tamano-de-las-personas/

 

Cómo superar sus problemas y extraerles beneficio


Los problemas que se presentan en la vida tienen características que es necesario comprender, así se los puede superar y extraerles beneficio.

La naturaleza de los conflictos no es caótica: tiene una estructura. Responde a una mecánica, presenta un estado y un sistema interdependiente con su entorno. Se puede conocer su dinámica de la misma manera que cualquier otro fenómeno. Es posible entender cómo se forman, se desenvuelven y qué daños pueden provocar. Son predecibles y dan margen a la anticipación.

(Tema abordado en el libro “Cómo enfrentar y resolver problemas en los emprendimientos y en la vida“, de Carlos Nava Condarco)

Conocer la naturaleza de los problemas produce sustanciales réditos, puesto que en ello está comprometida la calidad de vida de las personas y su realización.

En primer lugar, es importante diferenciar los problemas en sí mismos de sus causas y efectos, así se los puede superar.

La identificación apropiada de las causas constituye el factor principal para encontrar la solución del problema. La identificación y el tratamiento de los efectos determinan si la solución puede llevarse a cabo.

Considerar esta relación causal permite ser eficiente en la resolución de conflictos.

Es un error entender el problema como una entidad indivisible. Sin embargo la inevitable carga emocional que genera conduce a este yerro e impide visualizar la relación causal.

Lo primero que provoca la aparición del problema es una reacción. Los pensamientos y acciones se sitúan de inmediato en los efectos de la relación causal.

Habitualmente la reacción tiene alto contenido emotivo y dificulta la comprensión integral del problema y su solución. Tarde se inicia el acercamiento reflexivo, y más tarde aún el proceso de identificar y evaluar las causas.

Cuando llega el momento de superar los problemas, la dificultad de la tarea queda relacionada con el carácter de las primeras reacciones y el grado de entendimiento obtenido de las causas.

En la mayoría de los casos la reacción inicial ayuda poco, o concluye por aumentar los efectos negativos.

Interactuar de esta manera con los problemas no genera provecho. Especialmente en el perfeccionamiento de algo inherente a su naturaleza: el hecho que cada uno de ellos representa una oportunidad.

Los problemas son SIEMPRE potenciales oportunidades, más allá de la gravedad que tengan o la contrariedad que ocasionen.

Emerger victorioso de un problema cambia el estado de una persona. La hace crecer, la fortalece, aumenta su experiencia y capacidad de enfrentar futuras adversidades.

Lo fundamental es controlar las  reacciones iniciales.

Cuando el problema emerge ya nada puede hacerse al respecto. Pero existe plena capacidad de modelar las reacciones. Sobre ellas se puede y debe ejercer control.

Las reacciones ante el problema deben estar desprovistas, en la mayor medida posible, de carga emocional.

Las emociones son el combustible que los problemas precisan para tomar cuerpo y crecer. Las reacciones serenas son las que moderan los efectos negativos. El problema en sí es sólo un conjunto de hechos completamente neutro. Son las personas quienes le insuflan vida y lo convierten en fenómeno activo y dominante.

Entonces el problema crece, muta y se vuelve ingobernable.

Controlar las reacciones no es tarea fácil. En ello se juega algo que diferencia a la mayoría de los pocos que logran superar sus problemas.

Para vencer beneficiosamente al conflicto es indispensable reprimir el estado emocional y activar la racionalidad.

La primera reacción ante el problema debe ser una larga pausa. No hacer y no decir nada: desactivar los circuitos nerviosos. Luego debe activarse la razón y enfocarla en el análisis y evaluación de los hechos. En esta tarea es recomendable tomar todo el tiempo posible.

El factor tiempo debe jugar a favor de la solución y no del problema.

A partir del acercamiento racional, la cabeza sustituye al estómago en el establecimiento de una primera respuesta.

Ésta debe ser sólo eso: una aproximación a la solución. Un acto de “acotar el terreno” en el que se desenvuelven los hechos. Un esfuerzo para evitar que el problema tome mayor proporción. Esta primera respuesta es una aplicación de “paños fríos” a la situación.

La persona entrenada para superar problemas desarrolla mucha habilidad en esto.

Un “paño frío” esencial es la serenidad. Esto ayuda para contar con el apoyo de otras personas. Otro es la comunicación activa con aquellos que puedan verse involucrados en la solución del problema. De esta manera se informan los hechos y se evitan acciones que incrementen el conflicto. La primera respuesta tiene mucho que ver con ordenar la situación y evitar el caos.

La solución de fondo surge como producto de un análisis exhaustivo de las causas.

En esto el tiempo debe ser aliado. Por lo tanto ésta es una etapa de trabajo completamente racional, el cerebro define las pautas conceptuales y las acciones a seguir. De aquí deben surgir las respuestas importantes. Medidas que resuelvan la problemática y establezcan fundamentos para que los hechos no se vuelvan a repetir.

La solución no solo debe resolver el problema. Tiene que superarlo. Hasta un punto en que el estado final exceda en calidad y beneficio el estado original.

Gran parte de la gente no sale victoriosa de su relación con las adversidades, otro grupo menor las resuelve con dificultad. Pero son pocos quienes consiguen emerger de los problemas en un estado mejor del que tuvieron a su inicio.

Dos cosas adicionales que deben hacerse:

1.- Un inventario del problema.

Esto enriquece la experiencia y permite desarrollar prevenciones.

2.- ¿Qué oportunidad se puede identificar como producto del problema?

La respuesta a esto es puro crecimiento. En este punto los problemas se transforman en condición favorable y consuman la paradoja. En la respuesta a ésta pregunta se sella la victoria. Y queda demostrado que se forma parte de ése grupo reducido de hombres que en situaciones favorables o adversas solo extrae de la vida lo mejor que ofrece.

Las palabras que siguen resumen bien la experiencia positiva que puede alcanzarse en la relación con los problemas. Especialmente como consecuencia de conocer su dinámica y aceptar su inevitable presencia:

Al final de esta historia que no ha concluido. Después de un camino lleno de sinuosidades, cuestas empinadas, descensos vertiginosos, hermosas visiones rodeadas de luz  e imágenes ocultas por impenetrable oscuridad, la vida me ha permitido descubrir una amistad como ninguna: la amistad con los problemas. Esta amistad se basa en lo elemental, se fundamenta en una relación sencilla. Y como todo lo simple es grandioso y conmovedor.

La base de esta amistad es la siguiente:

¡Nada en la vida me ha hecho CRECER tanto como mi constante interacción con los problemas!

Ningún maestro ha sido más  sabio. Nadie me ha brindado más oportunidades. Ningún consejo ha sido menos egoísta. Nada ha resultado más estimulante. Mi relación con los problemas ha permitido que descubra la esencia del amor. Para conmigo mismo, por la capacidad inagotable que se tiene para superar dificultades. Amor para los otros a quienes se tiene que recurrir para vencer la adversidad, y a quienes debe protegerse. Y sobretodo amor  con la vida, que sin cansancio demuestra que tras toda noche oscura y fría siempre sale el sol.

Fuente: https://elstrategos.com/superar-problemas-con-beneficio/

 

Organizar una despedida de soltero. Ideas originales para organizar la despedida de soltero perfecta


Las despedidas de soltero se realizan tradicionalmente entre personas del mismo sexo. Se suelen organizar de forma separada: el novio y sus amigos por un lado; la novia y sus amigas por el otro

Planes para organizar una despedida de soltero o soltera original y divertida

Una despedida de soltero es una fiesta en la que novio festeja con sus amigos el fin de la soltería. Se aducen razones de todo tipo para 'justificar' esta fiesta: el fin de la 'libertad' del novio, la llegada de nuevas responsabilidades, el comienzo de una nueva vida, etc. Incluso, el poder hacer alguna cosa que no podría o debería hacer después de casado. Ahí lo dejamos.

Ideas originales para hacer una despedida de soltero divertida

Enumerarlas todas sería imposible, porque pueden darse tantas opciones como la imaginación nos proporcione. Veamos algunas de las más vistosas, empezando por las más tranquilas para ir subiendo el tono:

1.   Una cena con los amigos para charlar, comer y disfrutar de una buena compañía. Luego se puede seguir la velada, tomando unas copas.

2.   Un maratón de cine. Unas cuantas películas para divertirse, una buena comida y el calor de los buenos amigos. Que no falte la buena música y algo de beber.

3.   Alguna actividad especial. Aquí la variedad es enorme. Desde una sesión de paintball o cualquier actividad similar como un simulador de realidad virtual a un juego en una "escape room"; un día en un parque de atracciones temático; una actividad deportiva: golf, tenis, fútbol, etc.; organizar una cata de vinos; una buena sesión de karaoke para descubrir las grandes voces de algunos amigos.

4.   Hacer una escapada. Para los bolsillos más pudientes, una escapa que puede ser cerca, una casa rural próxima a nuestro lugar de residencia, un apartamento en la playa más cercana, etc. O bien, una escapada tan lejana como el bolsillo lo permita: Las Vegas, Cancún, Punta Cana, París, etc.

5.   Espectáculo a medida. Organizar algún tipo de actuación o función especial para el novio. Puede llevar alguna sorpresa. Pero, por favor, de buen gusta. Nada chabacano ni ordinario.

6.   El famoso striptease. Espectáculos, más o menos subidos de tono, un clásico en las despedidas de soltero, del que bastantes novios empiezan descartar.

El objetivo de la despedida debe ser generar recuerdos inolvidables y compartir experiencias únicas con los amigos y familiares. Pero, ¡cuidado! Experiencias inolvidables positivas. Cuidado con las experiencias límite que pueden hacer el día quede en la memoria de los novios, pero por razones poco agradables. La diversión también sus límites. No vale todo justificado por el pasaporte de "es una despedida de soltero".

La organización de la despedida de soltero puede tomar varias decisiones:

  • Consultar con el novio, qué le puede apetecer más. No suele ser lo más habitual.
  • A quién invitar. Puede ser una tarea más complicada de lo que parece, porque hay que conocer muy bien el entorno del novio. Si no se conoce bien, es posible que haya invitados que no sean del agrado del festejado.
  • Qué tipo de fiesta organizar. Se debe llegar a un consenso entro los amigos y familiares. Hay que dejarse aconsejar por las personas que mejor conocen al novio, para evitar situaciones incómodas o desagradables.

Una parte que no debemos olvidar es el coste de este tipo de fiestas. Lo más común es que se pague a medias. Pero, todo es negociable. Hay que ser prudentes y tratar de adaptar el coste de la celebración al presupuesto de todos los bolsillos.

Fuente: https://www.protocolo.org/social/bodas/organizar-una-despedida-de-soltero-ideas-originales-para-organizar-la-despedida-de-soltero-perfecta.html

8 consejos para evaluar el carácter de una persona


 

¿Cómo se puede conocer rápidamente el carácter de una persona, especialmente cuando se trata de iniciar una relación profesional o de negocios? ¿Cómo hacer una evaluación que evidencie aspectos que habitualmente quedan “bajo la alfombra”?

Pues bien, si se sigue el camino convencional, no hay garantía de pronto éxito. Pero si se recurre a un abordaje lateral del tema (algo propio del pensamiento estratégico), pueden obtenerse interesantes resultados.

Las siguientes son 8 técnicas que permiten evaluar, rápidamente, el carácter de las personas:

1.- Olvide lo que le dicen de ellos mismos y más bien identifique con quién están casados.

La relación de pareja es determinante para alcanzar éxito en la vida, bien se trate de un matrimonio tradicional o no.

Saber quién es la pareja de una persona dice cosas muy importantes sobre ella, hechos y situaciones que no se pueden conocer de otra manera. La elección de un cónyuge o una pareja estable, es más reveladora que cualquier cosa que se diga o haga en público.

Proporciona indicios sobre los anhelos, expectativas y necesidades más íntimas que sostienen las personas. Dice lo que piensan de sí mismas, lo que creen que se merecen en la vida y/o aquello con lo que se conforman. Es uno de los indicadores más interesantes para identificar prioridades y valores.

La pareja puede convertirse en el activo más importante de una persona para la vida laboral y profesional, o puede ser de igual forma, su principal desventaja. Por esto mismo es algo que explica mucho el carácter de cada quién.

La próxima vez que le presenten a extraños en una fiesta y se hable de negocios, dedique un poco de tiempo a evaluar la relación de pareja que tienen. Si no presta atención a esto, habrá perdido una importante fuente de información, y un factor que puede contribuir mucho a la calidad de sus decisiones.

2.- Mire cómo tratan a las personas que proporcionan servicios. Esto revela el carácter.

La gente expone su verdadera naturaleza cuando trata con personas que no tienen poder ni capacidad de retornar favores. En estas situaciones se sienten inmunes y libres de todas las consecuencias. Así, su verdadero yo pasa a primer plano.

Si una persona trata mal al mesero de un restaurante, grita al valet de un parqueo o es desconsiderado con quién realiza la limpieza del ambiente donde está, no es alguien que se comportará mejor cuando sus intereses estén en juego. Quién es fiel con sus maneras en situaciones poco trascendentes, también lo es en lo que más importa.

Las personas pueden convertirse en maestros de actuación y en grandes hipócritas cuando buscan algo, pero su naturaleza (que de eso trata el carácter), se manifestará en esos actos pequeños. Esos que, engañosamente, parecieran “no importar a nadie”.

No confíe en nada de lo que alguien le diga en la mesa de negociaciones antes de ver cómo se desenvuelve en la mesa de la cena.

3.- Descubra qué experiencias formaron el carácter de la otra persona en su vida temprana

Buena parte del carácter de un individuo y la capacidad de manejar desafíos, se forma en las primeras dos décadas de su vida. Por esto es útil conocer las experiencias personales más importantes que haya tenido en ese periodo.

Esto no quiere decir que la gente llegue “marcada” a la edad madura, porque finalmente todos pueden cambiar su realidad cuando así se lo propongan, pero el hecho mismo que hayan podido transformar o trascender experiencias complejas, dice mucho sobre su naturaleza.

Expedientes académicos y referencias del comportamiento laboral nunca dicen mucho sobre la persona que está detrás del “rol profesional”. A ella se la conoce por la vida que tiene, y ésta es, en buena parte, producto de sus experiencias en edad temprana.

Cuando está en juego la evaluación del carácter para enfrentar desafíos complejos, conocer las experiencias primigenias de las personas revela tanto como un libro abierto.

4.- Identifique cómo invierten sus dos principales recursos: tiempo y dinero

Dos de los documentos más reveladores del carácter de una persona son su calendario y su presupuesto mensual. Ellos son los que verdaderamente exponen sus actos e intereses.

Los individuos que no valoran su tiempo, tienen poco aprecio a todo lo demás. El tiempo es el único recurso que nunca puede recuperarse, y no gestionarlo adecuadamente denota descuido y escaso amor propio.

También es muy revelador conocer cómo las personas INVIERTEN su tiempo, porque en función de ello se puede determinar qué es lo que esperan obtener en sus vidas.

El concepto que tienen y la forma en la que manejan el dinero, exponen el carácter de una persona igual que lo hace una vitrina con una prenda de ropa. El dinero es gran sirviente o gran corruptor, y siendo así, es factor indispensable para evaluar la naturaleza de las personas.

5.- Identifique lo que más irrita a las personas en los demás, porque probablemente sea el rasgo que más les desagrada de ellos mismos.

Esta es otra forma en que las personas revelan cosas sobre sí mismos, aún sin querer. El defecto que la gente más odia en los demás suele ser su mayor debilidad.

Los tramposos siempre se quejan de que los demás son deshonestos. El mentiroso siempre acusa a otras personas de mentir. Por esto mismo los padres se vuelven locos cuando ven que sus hijos cometen los mismos errores que ellos.

Puede parecer pura casualidad, pero hay una buena razón para ello. Cuando las personas se miran en un espejo, no les gusta ver todos los defectos de su apariencia. Y lo mismo ocurre cuando examinan a otras personas. Ellas también son como espejos. Por lo tanto, es más probable que alguien perdone una debilidad que nunca ha experimentado que otra con la que lucha a diario.

6.- ¿Son personas que saben escuchar?

Cuando se interactúa con personas en cualquier tipo de entorno, desde el profesional hasta el social, ellas eligen (1) hablar, (2) escuchar o (3) ni lo uno ni lo otro. Son más confiables las personas del grupo 1 que el 3, pero las del 2 son excepcionales y muy efectivas.

A menudo existe un sesgo negativo respecto a la habilidad de escuchar por parte de alguien, por eso no es algo que se registra en un currículum. Muchos creen que indica pasividad o un tipo de defecto en el carácter. Esta reacción es habitualmente resultado de confundir a las personas del grupo 3 con las del 2.

Sin embargo, los grandes oyentes poseen habilidades extraordinarias de conciencia y comprensión. Pueden evaluar situaciones con gran precisión y actuar de maneras que maximicen la eficacia del grupo.

Ninguna organización tiene suficiente gente que sepa escuchar, y si usted tiene uno de estos grandes oyentes como amigo o colega, pronto se dará cuenta de que son un recurso invaluable.

7.- Si hacen trampa en las cosas pequeñas, harán trampa en las cosas grandes. El carácter se forma en las dimensiones menores.

Una persona se queja de un mal negocio. Indica que su socio le robó y siente no haberse dado cuenta antes cómo eran las cosas.

Cuando se conocieron, jugaron golf. Su esposa entonces le dijo: “Lo vi mover la pelota cuando no estabas mirando, no te metas con este tipo”. Se había reído. ¿Por qué preocuparse por una cosa tan pequeña como esta? Son solo unos centímetros en el campo de golf.

Pero si alguien rompe las reglas por algo tan poco importante, ¿qué hará cuando se trate de apuestas más altas? En este caso, el hombre tenía una advertencia útil, pero no la tomó porque pensó que era muy pequeña.

No cometa ese error. Tenga cuidado con las cosas pequeñas y las cosas grandes se cuidarán solas.

8.- Mire cómo manejan los problemas inesperados.

No se puede saber cómo puede improvisar una persona hasta que se encuentra en una situación en la que se requieren decisiones espontáneas. Algunas personas quedan a la altura de las circunstancias y otras pierden la calma por completo.

Si está cerca de alguien el tiempo suficiente, verá cómo lidia con problemas inesperados. Y en esas situaciones, precisamente, se revelan su carácter y valores fundamentales.

Un apunte final.

Estos consejos no son solo útiles para evaluar a otras personas. Puede usar las técnicas consigo mismo. ¿Trata a las personas de servicio de manera justa? ¿Puede manejar los problemas e inconvenientes sin reaccionar de forma exagerada? ¿Es digno de confianza en las cosas pequeñas? Etc.

Quizás la persona que necesita evaluar sea usted mismo. Tome esa idea en serio, aunque sea un poco doloroso usar los métodos en la evaluación propia.

No es fácil verse con toda honestidad en el espejo y aceptar la realidad de cosas que deben superarse. Pero ese, mi amigo, es precisamente el consejo mas útil que recibirá en su vida.

Fuente: https://elstrategos.com/caracter/

Protocolo: no siempre lo correcto es lo adecuado. Cada comportamiento tiene su propio contexto


Un buen comportamiento es algo más que seguir unas reglas o convenciones sociales. Es saber actuar de forma correcta y adecuada en cada momento o situación

Redacción Protocolo y Etiqueta

 

Comportarse de forma correcta puede que no sea siempre lo más adecuado

Un comportamiento, acción o gesto correcto es aquel que es acertado y conforme a determinadas condiciones, usos o normas. Es una forma de actuar conforme a unas reglas establecidas. Según estas reglas se establecen los parámetros de lo que socialmente se considera correcto. 

El término adecuado hace referencia a la acción o el comportamiento que es apropiado o conveniente en una situación particular. El diccionario de la Real Academia Española nos dice que es adecuado a lo ajustado y conforme a las condiciones o a las necesidades de alguien o de algo. Es algo que se acomoda a ciertas condiciones o resulta conveniente en determinadas circunstancias.

Si nos centramos en el tema del protocolo y la etiqueta, es posible que un determinado comportamiento sea correcto en términos de reglas de cortesía y buenos modales, pero no sea el más adecuado en un determinado contexto. Estas diferencias pueden deberse a consideraciones éticas, sociales, culturales o personales.

Por ejemplo, en una cultura en la que estrechar las manos o dar un abrazo son formas correctas de saludar, dar un abrazo a alguien puede ser un gesto correcto en términos de amistad o afecto, pero no adecuado en una situación profesional o formal en la que se espera un saludo más formal. En este caso, dar un abrazo sería correcto desde una perspectiva personal, pero no adecuado en un contexto profesional.

En una conversación, decir la verdad es correcto en términos de honestidad e integridad. Sin embargo, si la verdad es ofensiva o puede dañar a otras personas, puede ser un comportamiento correcto pero no adecuado decir la verdad. En este caso, es importante buscar un punto de equilibrio entre la honestidad, la empatía y la consideración hacia los demás para determinar si un comportamiento es adecuado en una situación particular.

Estos son algunos ejemplos, en los que la adecuación de un comportamiento puede variar dependiendo de la cultura, la situación y las expectativas individuales. Por este motivo, lo correcto se refiere a la conformidad con ciertas reglas o convenciones, mientras que lo adecuado se refiere al comportamiento apropiado en un contexto específico.

En resumen, la adecuación o no de un comportamiento puede ser una decisión subjetiva que depende de muchos factores, como hemos comentado anteriormente. Es importante tener en cuenta las circunstancias y el contexto en el que se encuentran las personas involucradas para determinar si un comportamiento además de correcto es adecuado.

Fuente:https://www.protocolo.org/social/etiqueta-social/protocolo-no-siempre-lo-correcto-es-lo-adecuado-cada-comportamiento-tiene-su-propio-contexto.html