Cuando invitamos a alguien a pasar unos días en nuestra casa debemos encontrar un equilibrio entre ofrecer un buena atención y el hacer respetar algunas normas o reglas fundamentales de la casa. Tanto el anfitrión como el invitados están 'obligados' a respetar estas reglas de convivencia
Redacción Protocolo y Etiqueta
Hacer sentirse como en casa a los invitados, también
tiene sus límites
Los anfitriones siempre quieren
que sus invitados se sientan como en casa. Pero, ¿hasta qué punto debemos
tomarnos este ofrecimiento de forma literal? ¿Podemos usar los artículos del
baño de nuestro anfitrión? ¿Podemos cambiar el sitio del rollo de papel
higiénico? ¿Podemos fisgonear por toda la casa? Estas y otras preguntas las
vamos a responder a continuación.
Consejos de
buenos modales para los anfitriones
Cuando nos
invitan a pasar un fin de semana o unos días a una casa, es común que nos
animen a sentirnos como en casa. Este generoso ofrecimiento no significa
que debamos abusar de la hospitalidad de nuestros anfitriones. Ni mucho menos,
tomarnos ciertas libertades con respecto a la comida y otros elementos y
espacios de la casa. Si obramos de esta manera, nuestro comportamiento
será inaceptable y es muy posible que no nos vuelvan a invitar.
Cosas que no
debemos hacer cuando nos alojamos en una casa que no es la nuestra
1. Si
no tenemos un baño propio, preguntaremos a nuestros anfitriones si podemos
utilizar algunos de los productos que hay en el baño. Lo normal es que en
nuestro neceser tengamos todo lo necesario. Pero si nos hace falta algo, pedir
permiso, no usarlo sin pedir el permiso correspondiente.
2. 'Asaltar' la nevera. Si vamos a tomar algo de la nevera, es apropiado
pedir permiso. Puede que tomemos algo que tengan reservado para ellos o para
preparar alguna comida.
3. No reorganizar. Aunque sea en
nuestra propia habitación, los muebles y el resto de enseres deben permanecer
en su sitio. Si movemos algo, antes de irnos todo debe quedar todo en su sitio.
En las zonas comunes, no debemos cambiar nada de sitio.
4. Respetar la privacidad. Si hay habitaciones o
estancias que no nos han enseñado, no debemos 'visitarlas' por nuestra cuenta.
Hay que respetar la privacidad de nuestros anfitriones. Si vamos a entrar al
salón o cualquier otra 'zona común' y la puerta está cerrada, lo correcto es llamar
antes a la puerta.
5. Los horarios son para algo. Los invitados
deben adaptarse a los horarios de los anfitriones. Pueden darnos algún pequeño
margen, pero es mejor seguir sus horarios para no trastocar su día a día.
6. Cuarto de baño. Aunque nos asignen un cuarto de
baño para nosotros solos, después de utilizarlo hay que dejarlo todo lo más
limpio y ordenado posible. Aunque haya personal de servicio, estamos en una
casa, no en un hotel. Podemos dejar nuestro neceser en el cuarto de baño hasta
que nos marchemos, cuando el cuarto de baño es para nosotros solos.
7. Críticas al orden y limpieza de la casa. Aunque
la casa no esté demasiado a nuestro gusto en cuanto al tema de la limpieza y el
orden, mejor callarse. No hacer comentarios al respecto. Mucho menos, ponernos
a limpiar o a ordenar.
8. Invadir espacios. Cuidado con ocupar espacios
comunes con nuestra ropa u otros objetos -libros, ordenadores, etc.-. Para eso
tenemos nuestra habitación. Tampoco debemos ocupar un asiento o espacio que
sepamos, que es el que suelen usar nuestros anfitriones de forma habitual.
9. Fin de la estancia. Al irnos de la casa debemos
dejar la habitación con un aspecto limpio y ordenado. Si queremos retirar las
sábanas, dejar las toallas sucias en el cuarto de la lavadora, etc., mejor
preguntamos a nuestros anfitriones. No lo hagamos por nuestra cuenta sin
preguntar.
Resumiendo, cuando vamos a convivir unos días en la casa de nuestros
anfitriones, debemos saber comportarnos de forma apropiada, sin
alterar, al menos de forma importante, su día a día. Aunque el anfitrión haga
todo lo posible por complacernos, nosotros debemos adaptarnos al 'ritmo' de la
casa y de sus habitantes.
Bueno
ResponderBorrar